En su intervención, que comenzará al mediodía después de que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, abra la sesión, Sánchez quiere hacer un “discurso de país” que sea “completo” y propio de “investidura” y “no de oposición” como, aseguran desde el entorno de Sánchez, “en su día” hizo el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

Arropado por la presencia de todo su actual Ejecutivo en funciones, tanto los ministros socialistas como los del ala de lo que hoy es Sumar, incluidas las ministras de Podemos, Sánchez pronunciará un extenso discurso en el que abordará “todos” los aspectos de su programa, desde el político, económico, social y digital, hasta el energético y medioambiental, “mostrando que hay un proyecto en su conjunto” de lo que se pretende para España.

Lo desarrollará, dicen desde La Moncloa a Servimedia, con “respeto” al Parlamento y a la sociedad española y, por tanto, no tomándolo como un “paripé”, como vuelven a considerar que hizo el presidente del PP, sino mostrando un proyecto en conjunto. Además, explican, acude al Congreso con los acuerdos ya cerrados y la seguridad de que saldrá investido, después de haber respetado todo el proceso en este tiempo desde las elecciones hasta este debate.

Dentro de este respeto, aseguran desde La Moncloa que Sánchez pedirá “el apoyo” a su investidura a la Cámara y a la sociedad, representada en los diputados, y lo hará mediante un “ejercicio de transparencia” al explicar todos y cada uno de los acuerdos alcanzados para su investidura. Una acción que también entiende como el “cumplimiento de la palabra dada” porque el presidente en funciones aseguró que contaría los acuerdos una vez estuvieran firmados.

Aprovechan este punto también en el equipo de Sánchez para contrastarlo con Feijóo porque, dicen, el líder del PP no dio cuenta alguna del pacto cerrado con Vox, el único grupo parlamentario que apoyó su investidura -además de los diputados de UPN y CC-.

Sánchez también hará hincapié en la “estabilidad” de esta legislatura pasada porque, presumen en La Moncloa, el país actual “es mejor" que el que se encontró hace cinco años cuando llegó al Ejecutivo y, porque, en esta última legislatura, pese a las dudas por ser el primer Ejecutivo de coalición, casi se agotó el mandato, el Gobierno aguantó pese a las crisis y en cuatro años se aprobaron más de 200 leyes y Presupuestos Generales del Estado cada año. Un Gobierno que, añaden, tiene un grado de cumplimiento de acuerdos del 85%, según el informe elaborado por un equipo de verificación organizado en La Moncloa.

Además de toda esta rendición de cuentas, en el equipo de Sánchez aseguran que el presidente está “ilusionado y determinado” y que transmitirá, precisamente, esas “ganas e ilusión” con su apuesta “de país” para “seguir avanzando en política de derechos”. En resumen, dicen, “un proyecto integral, con medidas, para que España avance”, lema del PSOE y que hizo suyo el futuro Ejecutivo de coalición tras la firma del acuerdo entre los socialistas y Sumar.

Según apuntan fuentes del Ejecutivo a Servimedia, el líder socialista tendrá también una mención destacada al conflicto en Gaza ante la ofensiva de Israel tras los ataques de Hamás. Dará un paso más en el reconocimiento de Palestina como un Estado y reiterará que la solución al conflicto pasa por la convivencia entre esos dos Estados.

ACUERDOS

El candidato socialista llega a la investidura con el apoyo acordado de 179 diputados, por lo que debería salir investido presidente con mayoría absoluta en la primera votación, la que tendrá lugar el jueves, gracias al respaldo de los parlamentarios de PSOE (120), Sumar (31), ERC (7), Junts (7), Eh Bildu (6), PNV (5) y de los diputados de BNG y Coalición Canaria. Con ellos ha cerrado el PSOE un acuerdo con el que buscan estabilidad toda la legislatura.

En esta ocasión, la investidura de Sanchez, que quedó como segunda fuerza más votada en las elecciones que convocó para el 23 de julio tras las municipales y autonómicas del 28 de mayo, estará marcada, principalmente, por el pacto con las fuerzas independentistas, especialmente con Junts, y la ley de amnistía.

Finalmente, el PSOE terminó este lunes registrando en solitario la proposición de ley de amnistía para los implicados en el desafío soberanista de 2014 y 2017 en Cataluña que, aseguran, está pactada con todos los partidos que refrendan la investidura de Sánchez, a excepción de Coalición Canaria, de manera que se garantizan la aprobación en el Congreso.

La sesión de investidura de Sánchez es el segundo debate que se produce en esta legislatura después del intento fallido del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, el más votado en las elecciones del 23-J, del pasado mes de septiembre tras no obtener el respaldo mayoritario de la Cámara.