Así lo asegura la Presidencia del Gobierno en respuesta a Servimedia realizada a través del Portal de Transparencia, donde se indica que estos encuentros entre el presidente y el jefe del Estado estos encuentros se han celebrado principalmente en el Palacio de la Zarzuela, en Madrid, y de manera puntual en Palma de Mallorca.

Los despachos entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno se enmarcan en el artículo 62.g de la Constitución, que establece que corresponde al Rey ser informado de los asuntos de Estado y presidir las sesiones del Consejo de Ministros cuando lo estime oportuno.

Estas reuniones periódicas tienen como objetivo que el presidente del Gobierno informe al monarca sobre los asuntos de Estado tratados por el Ejecutivo en el Consejo de Ministros, especialmente cuando estas reuniones no son presididas por el Rey.

COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL

En esta respuesta a Servimedia, la Presidencia del Gobierno precisa que estos 124 despachos con el Rey son los que han sido gestionados oficialmente por la institución, sin contar las comunicaciones directas que hayan podido mantener ambas autoridades del Estado por otros canales.

El documento de respuesta señala que el artículo 97 de la Carta Magna encomienda al Gobierno la dirección de la política interior y exterior, así como la administración civil y militar y la defensa del Estado.

La información ha sido facilitada por el Departamento de Coordinación Técnica y Jurídica de la Presidencia del Gobierno, que tiene atribuidas las funciones en materia de transparencia según establece el Real Decreto 890/2023.

La respuesta se enmarca en la Ley 19/2013 de transparencia, que considera información pública los contenidos o documentos que obren en poder de los sujetos incluidos en su ámbito de aplicación.

Los datos fueron proporcionados tras una solicitud presentada el 23 de abril de 2025 por un ciudadano particular, que pedía conocer el número de despachos oficiales entre el presidente y el Rey desde 2018.

La resolución, firmada por la directora del Departamento de Coordinación Técnica y Jurídica, detalla que contra la misma se puede interponer recurso contencioso-administrativo o reclamación ante el Consejo de Transparencia.

Estos despachos forman parte de la rutina institucional entre la Jefatura del Estado y la Presidencia del Gobierno, siendo una práctica habitual desde el inicio de la democracia.

La frecuencia de estas reuniones refleja la coordinación regular entre las más altas instituciones del Estado para el seguimiento de los asuntos de gobierno y la política nacional e internacional.

CAMBIOS EN SIETE AÑOS

Desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia del Gobierno en junio de 2018, los encuentros oficiales con el Rey Felipe VI han experimentado transformaciones notables en cuanto a su periodicidad y formato. Si bien en etapas anteriores estos despachos se celebraban semanalmente en el Palacio de la Zarzuela, con Sánchez al frente del Ejecutivo la dinámica ha evolucionado hacia reuniones presenciales más espaciadas y de mayor relevancia institucional.

El primer despacho relevante entre Sánchez y el monarca se celebró el 16 de julio de 2018 en Zarzuela, apenas semanas después de la moción de censura. En aquel contexto, marcado por la atención mediática sobre la Casa Real, la reunión sirvió para escenificar la normalidad en la relación entre ambas instituciones y para abordar los primeros retos del nuevo Gobierno.

Un mes más tarde, en agosto de 2018, el tradicional despacho veraniego se trasladó al Palacio de Marivent, en Palma. En esa ocasión, Sánchez informó al Rey sobre la situación política, especialmente en Cataluña, coincidiendo con los actos de recuerdo a las víctimas de los atentados de 2017. La cita en Marivent subrayó la importancia del diálogo y la cooperación institucional en momentos delicados.

Durante los siguientes veranos, los encuentros estivales en Marivent o en la Almudaina se mantuvieron como una de las pocas ocasiones de reunión presencial entre ambos líderes. Sin embargo, la mayoría de los contactos se canalizaron a través de llamadas telefónicas o mensajes, según fuentes gubernamentales, marcando una tendencia hacia la discreción y la reducción de la exposición pública.

POR CRISIS INTERNACIONALES

En febrero de 2022, el Palacio de la Zarzuela fue escenario de una reunión estratégica del Consejo de Seguridad Nacional, presidida por el Rey y convocada a instancias de Sánchez. El encuentro se desarrolló en un contexto internacional tenso, con la invasión rusa de Ucrania como telón de fondo, y se centró en asuntos de defensa y seguridad, reforzando la interlocución directa entre ambas figuras.

Uno de los despachos más destacados tuvo lugar el 29 de abril de 2024, cuando Pedro Sánchez acudió a Zarzuela tras varios días de reflexión sobre su continuidad al frente del Gobierno. La cita, celebrada a primera hora, precedió a la comparecencia pública del presidente y fue interpretada como un gesto de respeto institucional en un momento de incertidumbre política.

En abril de 2025, por primera vez, el Consejo de Seguridad Nacional se reunió en el Palacio de la Moncloa bajo la presidencia de Felipe VI, tras un acuerdo con Sánchez motivado por un apagón eléctrico generalizado. La imagen del Rey encabezando la reunión en la sede del Ejecutivo supuso una novedad en el protocolo y fue ampliamente comentada en medios y círculos políticos.

Pocos días antes, el 24 de abril de 2025, Sánchez acudió de nuevo a Zarzuela para participar en otra sesión del Consejo de Seguridad Nacional, en un contexto marcado por la controversia tras su ausencia en el funeral del Papa. Estos encuentros recientes reflejan la evolución hacia despachos menos frecuentes y centrados en asuntos de Estado de máxima relevancia.

A lo largo de estos años, los despachos entre el presidente del Gobierno y el Rey han coincidido con episodios clave: crisis internacionales, negociaciones políticas complejas o situaciones de emergencia. La tendencia dominante ha sido la reducción de la presencialidad y el refuerzo de canales de comunicación más reservados, lo que ha generado debate sobre la transparencia y la naturaleza de la relación entre ambas instituciones.