Así lo manifestó Pedro Sánchez en rueda de prensa en La Haya tras concluir la cumbre, durante la que sostuvo que “cada cuatro años la OTAN lo que hace es definir unos desafíos y proponer unas capacidades”, y defendió que las Fuerzas Armadas españolas han estudiado lo que se necesita para cumplirlas y ha fijado el objetivo del 2,1% del PIB.

Y ello, pese a que la declaración de la cumbre expone claramente que los 32 aliados se comprometen a invertir el 5% del PIB anualmente en las necesidades básicas de defensa, así como en el gasto relacionado con la defensa y la seguridad para 2035.

“En primer lugar, lo que hemos acordado es sobre capacidades técnicas y humanas que los aliados tendremos que desarrollar o también adquirir durante los próximos años”, recalcó.

Sánchez aseveró que España “está firmemente comprometida con estos objetivos de capacidad, los va a cumplir en tiempo y forma, como hemos hecho siempre, y para ello desplegará lo que hemos llamado el plan industrial y tecnológico para la seguridad y la defensa”.

El líder del Ejecutivo remarcó que el acuerdo alcanzado en la reunión previa del 5 de junio, sobre los objetivos de capacidades para cada aliado, se cubrirán con el 2,1% pactado con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. “Un volumen de inversión que siempre hemos defendido, era obligado porque otra administración en el año 2014 asumió ese compromiso en la cumbre de Gales”, recordó.