Lo hizo durante la clausura del acto organizado por Unicef con motivo de la celebración del Día Mundial de la Infancia, donde también destacó que “más de 350 millones de niños sufre de pobreza extrema”.

Sánchez dijo que no son tolerables ni aceptables las contradicciones que se producen en un “mundo desigual” en el que millones de personas tienen que dificultades para satisfacer las necesidades más básicas.

El jefe del Ejecutivo repasó la apuesta por combatir la pobreza en España ydestacó la acción del Ministerio de Derechos Sociales, así como del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil que, sostuvo, dan respuesta a las necesidades de los más vulnerables, aunque renoció que todavía “queda mucho camino por recorrer”.

El presidente del Gobierno aprovechó para criticar veladamente, aunque sin citarlo, al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, cuando dijo que “todavía hay quien cree que es antiguo” hablar de pobreza. Pero “no hay peor ciego que el que no quiere ver” porque “la pobreza, la desigualdad, siguen siendo la herida más profunda da nuestras sociedades”.

Asimismo, reconoció que todas las crisis que se han encadenado en los últimos años -la financiera, la provocada por la pandemia y la actual- azotan, especialmente a los menores, por lo que animó a que ésta sea una política de Estado para “luchar” contra la “injusticia”. Porque “pocas causa hay más justas que los derechos de la infancia y la adolescencia en el mundo”, subrayó.

Sánchez, que llegó al acto procedente de la sesión plenaria de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN que se celebra en Madrid, enmendó que no hubiera escuchado a los jóvenes que participaron previamente en el evento de Unicef invitándoles a La Moncloa para “echarnos un café y hablar de las cosas que os importan y os interesan”.