Así lo dijo durante su participación en el acto de presentación de la candidata del PSOE a la Alcaldía de Segovia, Clara Martín, en la que compartió una “reflexión” por los datos de turismo en esta Semana Santa.

“A lo largo de todos estos meses, hemos escuchado a los de siempre hablar de que llega el apocalipsis, y esta Semana Santa hemos visto hoteles llenos, terrazas a rebosar de gente, y playas hasta la bandera”, ensalzó Sánchez.

Por su parte, en este acto, el líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, aprovechó para responder al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, sobre el comentario de la “decadencia” de Segovia. Vaya con la “decadente”, exclamó Tudanca, tras presumir de que la ciudad batió récord histórico de visitantes esta Semana Santa, tanto que “no cabía un alfiler en sus calles”, como ensalzó Sánchez.

PAZ SOCIAL

En su intervención, en la que Sánchez dijo que ahora hay 100.000 empleos más que antes de la pandemia, también aludió a los últimos datos de empleo porque, gracias a la reforma laboral pactada con los agentes sociales y que "ha hecho que, en el mes de marzo, el 46,7% sean contratos estables, indefinidos".

En esta línea, Sánchez también reivindicó que el Ejecutivo que preside es el "único gobierno en Europa" que ha aprobado una reforma laboral pactada con sindicatos y empresarios y una reforma de la pensiones "con paz social". En España se disfruta, ensalzó "la mayor paz social de toda Europa".

Esto le sirvió para contraponer los modelos y las "recetas" para hacer frente a las crisis según si está en el Gobierno la derecha o la izquierda. Así, sostuvo que "nuestra liga es la gestión, nuestra liga es gestionar y dar respuesta a los problemas de las gente, a sus demandas, a sus responsabilidades. La liga de la crispación, la el insulto, la del bloqueo o el ruido, esa se la dejamos a la derecha y la ultraderecha. Porque, en la liga de la gestión, gana el rojo del PSOE", remachó el líder del PSOE.

ESPONTÁNEA

En la recta final del acto, varias personas interrumpieron el acto de Sánchez gritándole una de ellas de que "deberías replantearte tu política del Sahara".

Desde el atril, el propio presidente intervino para decirle que "eso no era así" lo que decían los espontáneos y pidió "poder continuar", mientras los presentes le animaban al grito de "presidente, presidente" y se ponían en pie a aplaudirle. "La gran diferencia es que nosotros no insultamos a nadie, defendemos nuestras posiciones con respeto y con educación", zanjó Sánchez el incidente antes de continuar un discurso que concluyó hablando de la candidata de Segovia y la apuesta por la descentralización de organismos.