Así lo dijo durante un acto del PSOE en Zaragoza en el que presumió de la gestión de su Ejecutivo pese a una legislatura con “extraordinarias dificultades” que se ha convertido, aseguró, en la “legislatura del empleo, de los derechos y de la paz social”.

Sánchez confrontó sus medidas con las “erráticas recetas neoliberales” que puso en marcha la derecha durante la crisis financiera y que hizo que España tardara “diez años” en recuperar los niveles previos.

“Sus reformas con recortes deprimieron la economía, dispararon el desempleo y dispararon la desigualdad, y las reformas con dignidad hacen que dignifiquemos los salarios, las condiciones laborales y las jubilaciones de nuestros mayores y eso hace reducir la desigualdad y garantizar un crecimiento más justo y sostenible”, resumió el jefe del Ejecutivo.

Sánchez reconoció ante los presentes que “hay que tener mucha paciencia” con la derecha y que “hay que hacerse cargo” porque “llevan cuatro años invocando un apocalipsis que nunca llega”. “La derecha, en su afán de un apocalipsis que nunca llega, no da una a derechas”, lamentó irónicamente el presidente.

“Cada récord de empleo que registra España” se responde con un “récord de insultos y de descalificación por parte de la derecha. Hay que tener paciencia, porque en realidad son conscientes” de que con su “acción” están “tumbando uno a uno los dogmas” que asentaron durante décadas pasadas de que la izquierda gestiona peor la economía.

“Tenemos muchas cosas que hacer” y vamos a “seguir haciéndolo”, dijo Sánchez, tras reconocer también que la inflación sigue siendo un problema y pese a que la derecha le llama "hombre anuncio". “El drama no es que el Gobierno tome medidas, sino que la oposición no tiene proyecto alguno” ya que “lo suyo es derogar” y “la derogación es una amenaza, pero nunca un proyecto político”.

“Nosotros no anunciamos, nosotros publicamos en el Boletín Oficial del Estado” porque “lo que decimos lo hacemos”, resumió el presidente del Gobierno en un discurso en el que destacó la importancia de ir a votar y de “defender las conquistas sociales”, que el PP recurre pero luego "utiliza".