El documento, que se está elaborando y que se llevará al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns) próximamente, según dijo la ministra, orientará a las comunidades autónomas sobre cómo elaborar el registro de los profesionales objetores de conciencia y planificar la atención. Además, García afirmó que van “a trabajar también por blindarlo en nuestra Constitución”.

Los objetivos de este plan son garantizar un tratamiento equitativo a todas las mujeres vivan en la comunidad autónoma donde vivan y, para ello, se promoverá la cooperación entre territorios limítrofes; que el método a aplicar para la interrupción del embarazo se decida única y exclusivamente en base a criterios sanitarios; y que los abortos terapéuticos, los que se hacen por motivos de salud, se hagan con todas las garantías, es decir, en el hospital de referencia, según explicó la ministra.

‘INFRADIAGNOSTICADAS’

En el acto, García destacó que “los sesgos de género provocan que las mujeres estén infradiagnosticadas” en diagnósticos como los de infartos, entre otros, porque “las mujeres podemos sufrir síntomas atípicos y acudimos más tarde al médico”.

También hizo hincapié en que “existe una sobremedicalización a las mujeres porque cada vez que éstas van a la consulta médica repetidas veces con síntomas poco habituales terminan con una pastilla de medicación”.

Igualmente, la ministra sostuvo que, para erradicar estas situaciones y los infradiagnosticos, “las mujeres tenemos que ser más escuchadas en las consultas médicas, hablar más, y poner el diagnostico feminista encima de la mesa, es decir, evitar esos sesgos de género, que operan en todas las personas”.