Así lo manifestó durante su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento, entre otros asuntos. Durante su intervención, la ministra de Sanidad destacó la realización, en apenas dos meses, de cuatro plenos del Cisns, “el máximo órgano de coordinación con las comunidades autónomas. Esto hace una media de una reunión cada dos semanas, muy diferente a la tradición previa a la pandemia y que me propongo mantener de aquí en adelante”.

Por ello, anunció que el próximo 9 de febrero se celebrará un pleno monográfico del Cisns sobre Atención Primaria y “allí propondremos a los consejeros y consejeras la creación de una Comisión de Atención Primaria para que la Primaria tenga el papel estable y de desarrollo entre las comunidades y el Ministerio que necesita nuestra sanidad para la adopción de medidas conjuntas y el intercambio de buenas prácticas”.

De hecho, Mónica García remarcó que este primer nivel asistencial es una de las prioridades de su departamento. “La Atención Primaria no es la puerta de nada, es la columna vertebral de todo el sistema sanitario. Sus principios fundamentales (la longitudinalidad, la accesibilidad, la atención continuada y comunitaria) son el alma de nuestro modelo de salud y la mejor receta a futuro después de las enseñanzas de la pandemia”.

CAMBIO DE ENFOQUE

Por ello, aseguró, es necesario “adoptar un cambio de enfoque que conciba la Atención Primaria no solo como la atención a enfermedades, sino como un compromiso activo con la prevención y donde las enfermeras tengan un papel más destacado”.

Entre otras iniciativas que se llevarán a cabo en este primer nivel asistencial, García anunció que en el mes de marzo se presentarán las conclusiones del ‘Case study’ en Atención Primaria que la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó en España el pasado año.

Asimismo, en cuanto a la autojustificación de ausencias, la titular de Sanidad anunció el compromiso de su departamento para trabajar de forma conjunta con los ministerios de Trabajo y de Seguridad Social, así como con el diálogo social, para la incorporación de esta autojustificación por enfermedad leve.

“Es una medida de gran consenso social, aplicada en muchos países de nuestro entorno y que es beneficiosa tanto para trabajadores y trabajadoras como para profesionales sanitarios y empresas”, insistió.