La organización señaló que desde el inicio de la guerra el pasado octubre las condiciones en las que se encuentran se deterioraron notablemente y se enfrentan también a un aumento de enfermedades infecciosas como la sarna.

Asimismo, afirmó que Israel es el único país del mundo que procesa sistemáticamente a niños en tribunales militares. “El pasado viernes 19 de julio, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió una Opinión Consultiva en la que declaraba ilegal la presencia continuada del Estado de Israel en el Territorio Palestino Ocupado, cuestionando directamente la situación jurídica de las políticas y prácticas israelíes relacionadas con la detención militar”, indicó.

Save the Children declaró que “la conclusión de la CIJ refuerza la necesidad de poner fin de inmediato a la detención arbitraria y los malos tratos de los niños palestinos, una catástrofe para la protección de la infancia que dura ya décadas”.

Desde el pasado mes de octubre, los socios de Save the Children apoyaron a unos 49 menores de edad que anteriormente estuvieron detenidos en Gaza, que denunciaron malos tratos físicos e interrogatorios en los que, según algunos, se les pedía que se desnudaran y permanecieran de pie a temperaturas extremas. Durante sus detenciones, sus familias no tenían información sobre su paradero y, una vez liberados, mostraban claros signos de violencia y malos tratos, como contusiones, conmoción, estrés traumático y pérdida de peso.

La Comisión Palestina para Asuntos de Detenidos y Ex Detenidos informó de que “más de 650 niños y niñas procedentes de Cisjordania han sido detenidos desde octubre”. En la Franja de Gaza se desconoce el número de menores detenidos, según informes recientes de la ONU, aunque 250 continúan en prisión.

La Comisión Palestina también confirmó problemas de higiene y enfermedades infecciosas en las prisiones. Según algunos medios israelíes, el aumento de detenciones masivas llevó a un hacinamiento “intolerable” en las prisiones israelíes, y algunas denuncias hablan de que a los detenidos se les niegan tratamientos médicos o son retenidos en jaulas.

Firas, un niño que estuvo detenido en Israel antes del conflicto contó a la organización que “el número de menores de edad detenidos mientras estuvo detenido aumentó de manera notoria en los primeros cinco días tras el comienzo de la guerra el 7 de octubre”. “Los horrores que soportamos me hicieron pensar que la vida en prisión antes de la guerra era el paraíso”, añadió.