SECTA "NIÑOS DE DIOS". LA FISCAL PIDE LA INVESTIGACION DE UNA NOTA QUE AFIRMABA QUE LOS EX ADEPTOS SIGUEN LA DOCTRINA DE SU FUNDADOR

BARCELONA
SERVIMEDIA

La fiscal pidió hoy al tribunal que juzga a los diez supuestos miembros de la secta Niños de Dios en la Audiencia de Barcelona que ordene a la policía la identificación del hombre conocido como Rafael y que el pasado martes repartió un comunicado de prensa en nombe de La Familia, en el que se reconocía que el grupo seguía las directrices del fundador, David Berge.

En la nota se explicaba que sus miembros dejaron de practicar la seducción para conseguir dinero ('flyrti fishing') en 1987 para prevenir contagios del sida, a pesar de que siguieron las relaciones sexuales dentro del grupo.

El comunicado, que fue facilitado a la salida de la sesión del juicio del pasado martes, decía también que La Familia era una hermandad de comunidades misioneras independienes que se encontraban repartidas en 50 países, y que el padre David había disuelto el grupo Niños de Dios y sugirió a sus miembros formar una nueva hermandad.

El hombre que repartió el comunicado, cuyo verdadero nombre es Juan Tendero López, se presentó durante los días del juicio como un miembro más de la comunidad La Familia y como amigo de los acusados. Además, dijo que era el encargado de las relaciones de los procesados con los medios de comunicación y que vigilaba a sus hijos mientras tenía luga el juicio. Sin embargo, los acusados negaron hoy a conocerlo y dijeron que presentarían una denuncia contra él.

En la sesión de hoy de la vista contra los presuntos miembros de la secta han habido discrepancias sobre el estado psicológico de los menores que vivían con los inculpados.

Los psiquiatras se ratificaron en que los niños demostraban ansiedad e inseguridad cuando fueron separados de sus padres y trasladados a un centro de menores de la Generalitat. Uno de los peritos señaló que ese estao "no era sólo por la separación del grupo sino por la visión que ellos tenían de lo que había fuera del grupo, que era exagerada".

Por su parte, dos expertas de la Dirección General de la Atención a la Infancia de la Generalitat explicaron que los niños se habían tomado su estancia en el centro de menores como unas vacaciones y que su problema era de socialización y de relación con otros niños de su edad. Según dijeron, los niños no demostraron ningún rechazo a su situación de internamiento.

La iscal pide un total de 200 años para los diez procesados por los delitos de estafa, lesiones psíquicas, asocación ilícita y creación de un centro de enseñanza ilegal.

(SERVIMEDIA)
17 Jun 1993
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