En concreto, en este primer Pleno en el Senado se debatió una moción presentada por el PP mediante la que la Cámara Alta se manifiesta a favor de garantizar los principios constitucionales y recuperar la política de acuerdos de Estado entre las principales fuerzas políticas de ámbito nacional. La moción salió adelante al contar con 139 votos a favor, 107 en contra y ninguna abstención. Algunos de los senadores presentes no pudieron votar esta iniciativa por errores con el sistema de votación.

Durante su defensa, el senador leonés del PP Antonio Silván afirmó que en la situación actual “un golpista recibe la encomienda de qué se debe hacer con España” y “actúa como jefe de Estado”, en referencia a la importancia de las decisiones del expresidente del Gobierno catalán Carles Puigdemont en una posible investidura de Pedro Sánchez.

En este sentido, cargó contra la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, por haberse reunido recientemente en Bruselas con el expresidente catalán. Al respecto, acusó a la ministra de Trabajo en funciones de “no haber entendido sus funciones como vicepresidenta”.

“Hablamos de un huido de la justicia que actúa a modo de jefe de estado utilizando su lugar de fuga como sede de consultas, empezando de manera inaceptable por una vicepresidenta del Gobierno en funciones que parece no haber entendido sus funciones”, zanjó Silván al calificar esta acción como “la mayor indecencia institucional vivida en los últimos 45 años de nuestra democracia”.

Silván también aprovechó su intervención para poner en valor la Constitución como producto del “consenso” de los españoles y llamó a recuperar la política basada en pactos de Estado entre las principales fuerzas políticas. Además, declaró que la amnistía “supone afirmar que los delincuentes condenados tenían razón y que los juzgados los condenaron injustamente, supone que el Poder Ejecutivo rompa la separación de poderes”.

A esta moción del PP se presentaron cinco enmiendas, una del PSOE, otra de Junts, otra de Vox y dos del Grupo Izquierda Confederal. Silván optó por rechazarlas todas. En el caso de la del partido de Abascal, comentó que era de “dudoso encaje legal” y en el caso de la izquierda porque no iban a aceptar "ninguna enmienda que no sea aquella que diga no a la amnistía y al referéndum”.

AMNISTÍA

La senadora del PSOE Eva Granados rechazó esta moción del PP contra la amnistía, pero en ninguna de sus intervenciones utilizó este término, sino que ensalzó que durante la celebración de este Pleno el Rey Felipe VI encargó a Sánchez la formación de un Gobierno, por tanto, dijo a los populares que les salió “rana” esta convocatoria.

De forma irónica, agradeció a los populares la presentación de esta moción porque traza una “línea clara” entre este partido y el suyo, ya que para el PP “todo vale” mientras que el PSOE lleva cinco años demostrando que le interesa “la realidad y mejorar las condiciones de la mayoría social”.

El senador de Junts Josep Lluís Cleries subrayó que se trata de una moción de “perdedores” y “en blanco y negro con música de Nodo de fondo” que es “anti política y antidemocrática porque reniega del sistema democrático”. Ante ella, su partido presentó una enmienda de sustitución porque cree en la política “en mayúsculas”.

Reprochó al PP la aplicación del artículo 155 del que “están tan contentos”. “Qué asco”, añadió. A continuación, mostró dos imágenes de la actuación policial durante el referéndum del 1 de octubre de ese año. “Ese es su diálogo, la porra”, denunció, al tiempo que abogó por una negociación que culmine en un pacto “histórico” que tenga en cuenta que Cataluña “es una nación”.

En el caso de ERC, su portavoz en el. Sara Bailac, defendió que su partido pretende poner “tres carpetas encima de la mesa” en una posible negociación de cara a la investidura de Sánchez relacionadas con mejorar la vida de los catalanes, una ley de amnistía y un “futuro político en las urnas”.

Desde el PNV, la senadora Estefanía Beltrán el PNV criticó a los populares por “agitar la calle” y “animar a la confrontación” y aseguró que “a los problemas políticos hay que darles una solución política”. Tras esto, recordó que la Constitución no menciona la amnistía, pero tampoco la prohíbe.

Desde Bildu, el senador Gorka Elejabarrieta subrayó que Euskalerria, Cataluña y Galicia son “naciones diferentes de la española”, por ello, abogó por trabajar en la resolución de las causas del “mayor problema estructural” que tiene el Estado, que es reconocer y respetar “nuestras naciones y derechos de nuestros pueblos”.

Asimismo, la senadora Carla Antonelli, quien reivindicó ser la primera senadora transexual, ya manifestó su votación en contra de la moción del PP y recordó las amnistías promulgadas durante el Gobierno de José María Aznar a miembros de Terra Lliure.

La portavoz de Geroa Bai Usue Barcos, que votó en contra de la moción, subrayó que actualmente “no hay una propuesta encima de la mesa” en torno a la amnistía y compartió los precedentes de Francia o Alemania donde si se han producido medidas de gracia como la amnistía.

A FAVOR

Por su parte, la senadora de Vox Paloma Gómez criticó que Sánchez esté dispuesto “a todo lo que sea” con tal de “mantenerse en el poder” y alertó de que sus “locuras” y “afán de grandeza” pongan “en entredicho” la “integridad y el prestigio” del sistema democrática” y lo suman en una situación “peligros”.

Para su partido, destacó, Sánchez es un “personaje” que “no tiene principios, moral, valores” ni “sentido de Estado”. Además, apuntó que “no es concebible” que en un Estado “social y democrático” los “delitos contra España, su unidad y soberanía, y el patrimonio de todos los españoles, queden impunes”.

Finalmente, la senadora de UPN Maria Mar Caballero calificó de “chantaje y aberración jurídica” la amnistía y aseveró que en su partido se niegan a que los presos “sean liberados como si no hubiera pasado nada”.

También afirmó que su posición sobre la amnistía no es “extrema” porque “es la misma que mantenía Sánchez antes de la noche electoral”. Además, aprovechó para calificar de “inmoral” que el PSOE negocie con EH Bildu, a quienes llamó “herederos de ETA”.