Ese proyecto legislativo afronta su tramitación parlamentaria en el Senado después de un tortuoso periplo por el Congreso de los Diputados iniciado el pasado septiembre por una enmienda del PSOE que dejaba fuera del ámbito de la ley a los perros de caza, lo que motivó desencuentros entre los socialistas y sus socios en el Gobierno de coalición (Unidas Podemos).

El Pleno del Congreso aprobó ‘in extremis’ un nuevo texto el pasado 9 de febrero con 174 votos a favor, 167 en contra y 7 abstenciones. La norma salió adelante gracias al apoyo del PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu y la CUP.

El Senado retoma el recorrido parlamentario de la ley en su Comisión de Derechos Sociales. El texto ha recibido cuatro propuestas de veto para que sea devuelto al Gobierno (del PP, el PNV, Vox y UPN) y 449 enmiendas parciales, presentadas por 14 partidos, según pudo saber Servimedia.

En sus propuestas de veto, el PP argumenta que “debería asegurarse la constitucionalidad” del texto, el PNV asegura que el Estado carece de título competencial en materia de protección animal, Vox señala que la norma supone “un avance en la agenda ideológica del animalismo” y UPN indica que el proyecto tiene “una visión muy alejada de la realidad del mundo rural”.

ALGUNAS ENMIENDAS

En cuanto a las enmiendas parciales, solamente Esquerra Republicana, Compromís y Más País prefieren recupera la inclusión inicial de los perros de caza, pero carecen de los apoyos necesarios.

Además, Esquerra Republicana y Més per Mallorca quieren que la ley incluya a los animales empleados en espectáculos taurinos, y la formación catalana apuesta por prohibir el tiro al pichón, algo recogido en la propuesta del Gobierno, pero suprimido en el Congreso.

Por el contrario, hay enmiendas para que se excluyan las plagas urbanas de ratas, insectos o aves (PNV), los gatos asilvestrados y los gallos de pelea (Coalición Canaria), y las alusiones a los cetáceos (Esquerra Republicana, Junts, Más País, Compromís y Més per Mallorca).

Varios partidos (Esquerra, Junts, Compromís, Más País y Més per Mallorca) quieren que se prohíba la cría y el comercio de “animales explotados por sus pieles o subproductos”, como el visón americano, el zorro rojo, la chinchilla, la nutria, el perro mapache, el cocodrilo del Nilo, el conejo ‘rex hycat’ y el conejo de Angora.

El PNV, Ciudadanos y Vox rechazan que los propietarios de perros tengan que hacer un curso formativo obligatorio para su tenencia. Esas tres formaciones y el PP descartan que los ayuntamientos cuenten con un servicio de recogida de animales y de atención veterinaria las 24 horas al día y Vox se muestra en contra de que se prohíban las tiendas de animales.

NOVEDADES EN EL CONGRESO

Además de la exclusión de los perros de caza y otros animales del ámbito de la ley, otras novedades de la norma en su paso por el Congreso es que el uso de animales en romerías y ferias cuando haga mucho calor o en los que se empleen elementos pirotécnicos estará prohibido. Reglamentariamente se determinarán los rangos de temperatura en los que se permite utilizar animales de compañía en esos casos.

Además, se suprime una disposición transitoria del proyecto de ley que obligaba a los dueños de perros a hacer un curso de formación para su tenencia en un plazo de dos años desde la entrada en vigor del desarrollo reglamentario de la norma. No obstante, ese curso sí será obligatorio para quienes quieran ser titulares de un perro una vez en vigor la ley.

También se prohibirá “utilizar cualquier artilugio, mecanismo o utensilio destinado a limitar o impedir” la movilidad de animales salvo por prescripción veterinaria.

Otras novedades son que los municipios tendrán que determinar “lugares específicamente habilitados para el esparcimiento” de los perros, que el transporte de animales destinados a actividades deportivas o lúdicas (incluida la caza) se haga en buenas condiciones y que el Gobierno elabore un proyecto de ley de grandes simios.