Autónomos
Siete de cada diez autónomos españoles sobreviven a las crisis económicas
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Entre el 65% y el 70% de los autónomos españoles logra mantenerse a flote en situaciones de crisis económica, en un colectivo que se caracteriza por estar más masculinizado que los trabajadores por cuenta ajena, al igual que está más envejecido (hay menos personas con edades inferiores a 45 años) y existe una cualificación algo inferior, al haber más proporción de autónomos sin estudios de FP o universitarios que asalariados.
Estas son algunas de las conclusiones de un monográfico sobre el colectivo de autónomos y políticas de emprendimiento publicado en el último número de ‘Papeles de Economía Española’, revista de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), en el que se expone la necesidad de reconsiderar el enfoque y parte de los resultados que han orientado hasta ahora la política de promoción empresarial, reconociendo cómo la heterogeneidad aconseja aplicar políticas diferenciadas para distintos grupos de emprendedores y ampliar su alcance.
Si bien el protagonismo, en última instancia, lo tiene el sector privado, lo importante es que el marco de incentivos y regulatorio no distorsione y propicie una “adecuada” asignación del talento hacia el desempeño de la función empresarial.
Así, el monográfico, titulado ‘Función empresarial y desarrollo regional: hacia una estrategia de cualificación del tejido empresarial’ y coordinado por Emilio Congregado, resalta la importancia de promover un ecosistema empresarial orientado a favorecer el emprendimiento de alto impacto, aplicando programas que favorezcan la aparición, crecimiento y supervivencia de emprendedores capaces de generar innovación y diferenciación.
Los autores resaltan que la política de promoción empresarial debe evolucionar, reconocer la diversidad de los agentes que conforman el tejido empresarial y evitar “tratamientos universales”, adaptándose a los objetivos a perseguir con cada grupo.
La publicación resalta que las acciones de promoción empresarial orientadas a favorecer la entrada y supervivencia (éxito) de emprendedores de alto impacto o de profesionales que, voluntariamente, han optado por el desempeño de la función empresarial deben ser distintas a las orientadas a promover el autoempleo entre desempleados o colectivos con baja empleabilidad.
Para lograr este objetivo, apunta que es fundamental un nuevo enfoque en las políticas de promoción del autoempleo que no solo incluya acciones para facilitar la entrada y permanencia en el autoempleo, sino también para promover la salida hacia el empleo asalariado de quienes están “atrapados involuntariamente” en esta situación.
A su juicio, este último caso cuestiona incluso que la supervivencia en el autoempleo sea un resultado siempre deseable y abre la puerta a que estas políticas de empleo incluyan acciones que favorezcan la salida de ciertos grupos de autoempleados al empleo asalariado.
“En este contexto, felicitarse tras un aumento de la tasa de autoempleo (si se debe a autoempleo voluntario) es tan plausible como hacerlo tras una reducción (en el caso de un predominio de salidas voluntarias gracias a la buena dinámica del empleo asalariado): todo depende de la naturaleza de esa variación”, explica la publicación de Funcas.
En este punto, señala que esta interpretación parece “coherente” con la dinámica reciente del tejido empresarial español. El total de afiliados a la Seguridad Social en el régimen de autónomos alcanzó máximos en 2024 (casi 3,4 millones). Sin embargo, nunca habían sido tan pocos en comparación con el resto de afiliados, solo el 15,9% del total, lo que puede reflejar el “vigor” del mercado laboral español y su capacidad de generar empleo asalariado.
(SERVIMEDIA)
07 Mayo 2025
DMM/gja