Según informó Indra este jueves, GFS buscaba un sistema de entrenamiento de máxima calidad, que reprodujese fielmente la cabina de sus helicópteros H175, que incorpora una serie de mejoras que lo distinguen del modelo estándar. También necesitaban que el simulador contase con una base de datos que reprodujese fielmente las amplias zonas en las que llevan a cabo sus operaciones, lo que exigía un modelado en 3D del terreno muy preciso.

El operador escogió a Indra tras realizar una pormenorizada investigación de mercado entre los mejores fabricantes de simuladores del mundo, que compitieron en un exigente proceso de licitación internacional.

Indra entregó un sistema que cumplía con los estándares requeridos por la certificación de nivel D y acompañó a GFS a lo largo de todo el proceso para asegurar la obtención de la calificación de máximo nivel, tanto de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) como de la Agencia de Aviación Civil de Hong Kong (CAD). Indra es uno de los pocos fabricantes del mundo que dota sus sistemas con el mismo software de vuelo y sistemas de aviónica que portan las aeronaves reales, lo que asegura la fidelidad del simulador y, por tanto, del entrenamiento.

El uso de simuladores acelera y mejora la formación de pilotos, refuerza la seguridad y contribuye a extender el ciclo de vida de las aeronaves, reduciendo las averías y reservando su uso para operaciones reales. También reduce costes de combustible y emisiones de Co2 innecesarias.

Los sistemas de Indra entrenan a pilotos militares de helicópteros como el NH90, Tigre, Cougar, Chinook, Blackhawk y Seahawk, AW159 Wildcat o MH53. En el ámbito civil, dispone de simuladores de helicóptero para el EC135, H225, H175, AS350, H145, EC145, Bell212, Bell412 y Sikorsky S76.

A estos sistemas se suman simuladores para aeronaves de ala fija tan avanzados como los del A400M o Eurofighter, entre otros, o los aviones de pasajeros A320, Boeing 737 o ATR 72.