UGT fue el sindicato que se mostró inicialmente más crítico con este nuevo ajuste. En un comunicado señaló que “sería inaceptable que la sostenibilidad empresarial se proyectase nuevamente únicamente desde la óptica de los recortes de plantilla”.

Para la organización que lidera Pepe Álvarez, “la llegada de Marc Murtra a la presidencia del grupo y la entrada del Gobierno de España a su accionariado deben suponer una oportunidad para renovar compromisos y reforzar la posición estratégica de la plantilla, no para convertirla en variable de ajuste”.

“Era de esperar que la nueva dirección tuviera como fin dotar a Telefónica de un proyecto de país, no solo un ajuste de costes. No se puede hablar de consolidación, transformación, digitalización o compromiso con España y plantear la destrucción masiva de empleo estable y cualificado”, señala el sindicato. “Telefónica debe definir su plan futuro, ya que hasta ahora la nueva dirección solo ha acometido políticas de desinversión, a las que se suman estos últimos rumores de destrucción de empleo en nuestro país”.

UGT avisa de que no “tolerará” “que una empresa de carácter estratégico, con profesionales experimentados y buenas condiciones laborales, participada por un Gobierno progresista no apueste por el empleo a largo plazo y de calidad. La nacionalización no es compatible con la destrucción de empleo”.

El sindicato afirma que a día de hoy no ha recibido "ninguna comunicación, ni oficial ni oficiosa, por parte de la empresa que apunte hacia un proceso de ajuste de empleo” como el que plantea la información de ‘El Confidencial’ , y recuerda que el vigente convenio colectivo de empresas vinculadas (CEV) blinda las garantías laborales de la plantilla hasta el 31 de diciembre de 2026, incluyendo el compromiso de que cualquier medida de ajuste deberá contar con el respaldo sindical. “Por tanto, ningún proceso de estas características puede iniciarse ni avanzar sin el concurso y aprobación de las fuerzas sindicales”, añade el comunicado.

NO A "CORTO PLAZO"

Fuentes de CCOO afirmaron que este sindicato ha hecho llamadas a la dirección ante la noticia “y se ha negado la posibilidad de un ERE en el corto plazo”.

"Estamos pendientes de la presentación del plan estratégico de la nueva Presidencia y después de verano, veremos cómo evolucionan distintos acontecimientos que, a día de hoy, están sobre la mesa, y pueden condicionar diferentes escenarios, incluidos éste, fruto de la rumorología. Obviamente este tema nos ocupa y preocupa, pero no trabajamos sobre hipótesis. Si se diera el caso, seremos informados y actuaremos en consecuencia”.

Desde Sumados se indicó en un comunicado que la empresa debería tener “un plan de viabilidad que no tuviera la salida de personas trabajadoras como principal palanca, sino un proyecto de carrera profesional y de talento para quienes permanezcan en la compañía. Solo así, Telefónica seguirá siendo un referente de empresa en el sector, tanto a nivel nacional como internacional”.

Sumados reconoce que en la Junta General de Accionistas de Telefónica del pasado mes de abril, el presidente, Marc Murtra, comunicaba que uno de sus objetivos al frente de la compañía es la eficiencia y eficacia de la compañía “y esto se puede interpretar como una posible reducción de la plantilla”.

Sumados apunta además que la hipotética compra de otras compañías por parte de Telefónica que busca la nueva dirección “implicaría también más reducción de la plantilla por posibles duplicidades de actividad”.

“Con todo esto, es de entender que podría darse un nuevo plan de salidas en el segundo semestre del año. Dicho esto, a fecha de hoy, la empresa NO ha convocado a los sindicatos para negociar nada al respecto”, añade el comunicado. Nuestra postura como organización sigue siendo la mantenida en el anterior ERE, es decir, que cualquier salida de personal sea universal y voluntaria y que las condiciones económicas sean, como mínimo, las mismas”.