La decisión de enviar esta carta fue adoptada en una reunión mantenida esta mañana entre los responsables de los sindicatos y las asociaciones de vecinos y d consumidores, que acordaron también la convocatoria de una concentración en la Puerta del Sol para la segunda semana de febrero si no se soluciona el conflicto.

Las huelgas, promovidas por el comité de empresa del Metro para los días 1, 3, 8, 10, 16, 18, 23 y 25 de febrero, han sido convocadas por la negativa de la empresa a cumplir la subida salarial del 6,5 por ciento firmada para este año, argumentando que está obligada a cumplir la Ley de Presupuestos de la Comunidad de Madrid, que fija una congeación de los salarios.

Los representantes de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos, Eugenio Sánchez, y de Acurema, Pilar Jackson, reconocieron que las huelgas provocarán importantes trastornos a los usuarios del Metro, pero se mostraron de acuerdo con las reivindicaciones que han llevado a los sindicatos a convocar los paros.

"Ante la cerrrazón de la Administración, la huelga parece que va a ser inevitable y la tendremos que asumir porque también somos trabajadores", explicó Sánchez, l tiempo que afirmó que es la Administración la que está provocando el conflicto y pidió a las autoridades que "ya que van en coches oficiales y no cogen el Metro, sean flexibles para con quienes sí lo cogen".

Pilar Jackson destacó el perjuicio que causarán las huelgas a los usuarios, por lo que insistió en la necesidad de que se garantice el cumplimiento de los servicios mínimos, que han sido fijados en el 50 por ciento de los trenes entre las seis y media y las nueve y media de la mañana y del 40 po ciento entre las tres y media y las siete de la tarde.

Por su parte, Juan Antonio Olmos y José Ricardo Martínez, secretarios generales de la Federación de Transportes de CCOO y UGT de Madrid, respectivamente, que pidieron la dimisión del consejero de Transportes, Julián Revenga, señalaron que seguirán intentado este fin de semana llegar a un acuerdo para que la huelga no se realice, pero que "lo pactado se tiene que cumplir".

Los sindicatos consideran que el conflicto del Metro excede de un probema de negociación colectiva y temen que "si hay carta de naturaleza para que una empresa pública incumpla lo firmado, lo harán más".

Martínez aseguró que los sindicatos han recibido ofertas de que la cantidad que supone la subida salarial del 6,5 por ciento se les dé a los trabajadores a través de otros conceptos, y que han sido informados de que "no es un problema de dinero", lo que calificó de "golfada política".