En su segundo día en El Cairo, los Reyes realizaron una ofrenda floral en el Monumento al Soldado Desconocido, ubicado en el distrito cairota de Nasr City, construido por el presidente Anwar Sadat en 1974 en honor de los egipcios que perdieron su vida en la guerra del Yom Kippur.

Posteriormente, en el palacio presidencial Al-Ittihadiya, en Heliópolis, los Reyes fueron recibidos oficialmente por el presidente egipcio, Abdel Fattah Al Sisi, y su esposa, Intisar Ahmed Amer.

Sonaron los salvas cuando el vehículo que trasladaba a los Reyes de España hizo entrada en el palacio presidencial. Frente a Felipe VI y Al Sisi la banda de la república interpretó el himno nacional de ambos países, mientras unos metros por detrás, en la puerta del palacio, la reina Letizia y la esposa el presidente egipcio, Intisar Ahmed Amer, seguían la ceremonia.

Previo a este encuentro, el segundo que se produce en un año -hecho de gran relevancia por su excepcionalidad- vino precedido por la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la concesión del Collar de la Orden de Isabel la Católica al presidente de la República Árabe de Egipto y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a su esposa.

Por su parte, según informó la Casa Real, el presidente Al Sisi concedió al Rey el Collar del Nilo, la más alta de las condecoraciones egipcias, y a doña Letizia la Orden de Al-Kamal (Orden de la Perfección) en clase Premium o excelente, para quienes destacan por sus servicios al país o a la humanidad.

VIAJE DE ESTADO

Los Reyes llegaron ayer por la tarde a El Cairo, donde mantuvieron un encuentro con una representación de españoles residentes en Egipcio. En esa cita, el Rey señaló el "anhelo" compartido por España y Egipto por una "convivencia pacífica, de diálogo y reconciliación en Oriente Próximo" y calificó de "crisis humanitaria insoportable" la situación de la vecina Gaza, que se encuentra en una situación de "total devastación".

"Este viaje tiene lugar en un momento convulso y trágico en la región", destacó el jefe del Estado español, que en su primer acto en la capital cairota destacó la brutalidad del ataque terrorista a Israel "de hace ya casi dos años" que ha desencadenado el conflicto y que, según aseguró, "ha extendido demasiado su sombra y ha provocado una respuesta con incontables víctimas, que ha degenerado en una crisis humanitaria insoportable, el sufrimiento indecible de cientos de miles de inocentes y en la total devastación de Gaza".