Varias decenas de estudiantes, de unos catorce años, rodearon al portavoz socialista justo en el instante en que acababa de terminar una rueda de prensa en una sala anexa al hemiciclo.

Blandiendo cuadernos y bolígrafos, los escolaes le pidieron con insistencia un autógrafo, a lo que Solchaga accedió con una sonrisa y no sin cierto sonrojo. Hasta pudo oirse el comentario del habitual "gracioso de la clase" que no se reprimió en exclamar: "Como no me firmes, no te voto".

Al final, hasta el profesor que acompañaba a los niños no pudo contenerse y le pidió un autógrafo al ex ministro de Economía y Hacienda.