Amigos, esposa y compañeros de José Ferrater Mora (1912-1991), analizaron la vida y obra del autor de "Diccionario de filosófía" (1942) en un encuentro desarrollado, durante esta semana, en El Escorial (Madrid) y organizado por la Universidad Complutense.

Todos los participantes coincidieron en destaca el carácter abierto y poco dogmático del escritor. "La definición nunca era definitiva", señaló Morales, "porque era siempre una aproximación hacia la verdad."

Aunque conocido fundamentalmente por sus obras filosóficas, su temprano interés por el cine le llevó a dirigir varias películas, en las que colaboró con el cineasta Manuel García Barrio.

CINE EN VALLECAS

Un pequeño local de Vallecas sirvió para que, en 1980 y gracias al periodista Angel Sánchez Harguindey, pudieran exibirse las produccones del Ferrater cineasta.

En su obra cinematográfica, Ferrater Mora encontró un público nuevo, distinto al que leía sus obras filosóficas. Cuando empezó a hacer cine, su obra filosófica pasó a un segundo lugar, recordó también García Barrio.

La concepción de un filósofo encerrado en un plano teórico, aislado de lo mundano, no cuadra con el testamento que dejó el autor de "Cóctel de Verdad" (1935): pidió a sus amigos que, en lugar de asistir a ceremonias fúnebres, se reuniran a ver sus películasy a escuchar su música favorita, que pasaba de la clásica al rok and roll.

Sólo un carácter vitalista y emprendedor como el de Ferrater Mora puede explicar que, a los 70 años y con una gran producción filósofica sobre sus espaldas, comenzara su faceta de narrador de historias.

CREATIVIDAD INAGOTABLE

"Yo en filosofía no puedo añadir nada porque ya he dicho todo lo que tengo que decir; sin embargo, mi creatividad no está agotada y necesito otro vehículo expresivo, la literatura, para construir fáulas e historias humanas", explicaba el Ferrater novelista.

Ferrater Mora asumía la muerte, pero la consideraba de una forma particular, recordó Carlos Nieto Blanco, filósofo y profesor de la Universidad de Cantabria, quien comentó también a esta agencia que "la muerte era para él una forma de dar sentido a la vida, porque si nada desapareciera nunca, todo perdería valor".

El profesor Nieto, cuya tesis doctoral se centró en la figura de del autor de "El ser y la muerte" (1962), consideró que la msión del Ferratar filósfo consistía en mirar el mundo que nos rodea, asombrarse de su complejidad, dejarse envolver por ella e intentar dar una explicación racional.

No en vano, José Ferrater Mora escribió: "Los filósofos son gente que miran estrellas que se desplazan lentamente".