Coronavirus

Solo el 4% de la población de los países pobres se vacunó con pauta completa en 2021

- Amnistía denuncia la actuación de la industria farmacéutica

MADRID
SERVIMEDIA

Poco más del 4% de la población de los países de bajos ingresos pudo vacunarse con pauta completa contra la covid-19 en 2021, cuando la producción de vacunas (unos 10.000 millones) del año pasado permitía alcanzar el umbral del 40% de habitantes inmunizados en todos los países propuesto por la ONU.

Esta es una de las principales conclusiones del nuevo informe de Amnistía Internacional (AI), publicado este lunes bajo el título 'El dinero manda: La respuesta de la industria farmacéutica a la crisis de las vacunas contra la covid-19'.

Según Rajat Khosla, director general de Investigación, Trabajo de Incidencia y Política de AI, “más de 1.200 millones de personas en países de ingresos bajos y medianos bajos podrían haberse vacunado para finales de 2021 si las naciones ricas y los productores de vacunas se tomaran en serio sus obligaciones y responsabilidades en derechos humanos”.

“Mientras los países de ingresos altos acaparaban vacunas y restringían cruelmente el suministro a las zonas más pobres del mundo, las farmacéuticas fueron decisivas en esta catástrofe humana”, lamentó, “ al dejar en la estacada a quienes más lo necesitaban”.

“Estas empresas", afirma Khosla, "podrían haber marcado un hito en 2021 y no lo hicieron. En cambio, dieron la espalda a quienes más necesitaban las vacunas y siguieron como siempre, anteponiendo los beneficios a las personas, y subrayó que “si queremos que 2022 sea el último año de esta pandemia, necesitamos cambiar el rumbo ahora”.

54.000 MILLONES DE INGRESOS

Según el informe, Pfizer, BioNTech y Moderna previeron unos ingresos de hasta 54.000 millones de dólares en 2021 y, sin embargo, suministraron menos del 2% de sus vacunas a países de bajos ingresos.

Las empresas chinas Sinovac y Sinopharm sólo entregaron a países de bajos ingresos el 0,5% y el 1,5% de sus vacunas, respectivamente, agrega el trabajo.

Los registros de Johnson & Johnson y AstraZeneca en cuanto a la distribución fueron mejores, ya que el 50% de sus existencias llegaron a países de ingresos bajos y medianos bajos. No obstante, la gran mayoría de estas dosis se suministraron como “donaciones” de los estados ricos y no como parte de contratos de venta directa de las farmacéuticas, precisa la investigación.

Además, Amnistía criticó que ambas empresas siguen negándose a compartir su tecnología y propiedad intelectual a través de iniciativas coordinadas por la Organización Mundial de la Salud, y advirtió que ahora además comienzan a abandonar sus sistemas de precios sin ánimo de lucro.

"VACUNAS EQUITATIVAS"

Según el informe de Amnistía, los laboratorios no comparten ni su propiedad intelectual, ni sus conocimientos ni su tecnología; ponen obstáculos al acceso justo a las vacunas, y “presionan activamente contra la flexibilización de los derechos internacionales de propiedad intelectual”.

Todo ello, pese a los miles de millones de dólares de inversión pública que han recibido por parte de los estados”, subrayó.

Con todo, “la lucha por las vacunas equitativas aún no ha terminado”, advirtió Khosla. “

“Volvemos a instar a las empresas farmacéuticas a priorizar el suministro a los países de bajos ingresos para cumplir el objetivo de la OMS de vacunar al 70% de la población mundial antes de mediados de 2022”, reclamó.

En su opinión, “todas las personas merecen la oportunidad de recibir una vacuna y, cuando entramos en el tercer año de la pandemia, es hora de que todos, vivan donde vivan, tengan acceso inmediato a ella”.

(SERVIMEDIA)
14 Feb 2022
AGQ/dmm/nbc