Según Subirats, “en las universidades hay que valorar lo que pasa tanto dentro como fuera de las clases" y esa presencialidad física "es clave", defendió, sobre todo para las universidades tradicionales, "y eso exige cambios en el sistema docente”.

En el encuentro se comentaron las conclusiones del barómetro CYD, que analiza la percepción de la sociedad española respecto al sistema universitario. Según este estudio, el 81% de los españoles tienen una opinión general muy buena o buena sobre la universidad, aunque empeora entre los más jóvenes.

Pese a todo, el 70% de los encuestados consideran que la enseñanza es muy teórica y poco práctica, un 48% piensan que la formación recibida se ajusta poco a las demandas del mercado laboral, un 62% opinan que no todas las personas que tienen interés y capacidades para estudiar en la universidad pueden hacerlo, y un 60% creen que el sistema de becas es insuficiente.

Por su parte, Eva Ferreira, rectora de la Universidad del País Vasco, destacó la accesibilidad de la universidad española: “Cualquier persona en cualquier punto de España tiene una universidad pública buena cerca. Esto no pasa en Estados Unidos: las primeras del Ranking de Shanghái son de EEUU, pero las últimas también”, argumetnó.