Según fuentes de Sumar, el montante total lo habrían proporcionado más de 2.600 donantes, lo que significa que cada uno de ellos habría aportado de media más de 1.150 euros, aparentemente por encima de las posibilidades de los ciudadanos de la mayoría social a la que aspira a representar este partido. Podemos, en cambio, aseguró haber recibido para sus primeras elecciones generales ayudas de 12.000 beneficiarios, lo que da un promedio mucho más modesto de 239,5.

Tanto Podemos como Sumar han presentado la financiación de sus campañas electorales a través de microcréditos de sus simpatizantes como una manera de no depender de los bancos, como los grandes partidos. La intención es devolver las cantidades cuando reciba las subvenciones por escaños y votos que se conceden a las candidaturas que logran grupo parlamentario.

Sin embargo, el partido de Yolanda Díaz ha innovado en ofrecer a sus donantes la devolución del préstamo con un interés del 3,25% para compensar la inflación; una tasa que se acerca a la que están rentando las letras del Tesoro.