TARDAN CUATRO DIAS EN ENTERRAR A UN MUERTO POR PROBLEMAS BUROCRATICOS
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Los familiares de Pablo B.B., de 23 años, lograron, tras cuatro días de lucha contra la burocracia, enterrar en el cementerio de Las Palmas de Gran Canaria a este joven, que murió por sobredosis de droga.
El cadáver del joven fue trasladado del lugar donde le practicaron la autopsia a un tanatorio, sin que sus familiares uvieran conocimiento de este desplazamiento, lo que les hizo pensar, incluso, que habían hecho desaparecer al fallecido.
Las penalidades de los familiares comenzaron cuando la autopsia se retrasó, tras las primeras horas de su muerte, por la incomparecencia del forense, a lo que se sumó la pérdida de un papel que el juez tenía que firmar. Superados estos trámites, se dispusieron a enterrar el cadáver el miércoles por la mañana.
Según relata el periódico 'Canarias 7', cuando llegaron al cementeriose encontraron con la desagradable sorpresa de que el cadáver de Pablo B. había desaparecido del Instituto Anatómico Forense.
Cuando lo localizaron de nuevo, el cadáver se encontraba en otro tanatorio, el de Las Torres, y se dispusieron a enterrarlo por segunda vez, aunque otra vez fue un intento fallido.
La dirección del tanatorio les impidió hacer el traslado porque requería un embalsamamiento especial, similar al que se hace en los desplazamientos largos, debido al mal estado del cuerpo, tres ías después de su muerte.
Una vez superados los papeleos de rigor, los familiares pudieron enterrar, ayer por la mañana al joven, cuatro días después de su muerte y tras haber peleado y ganado la batalla contra la burocracia.
(SERVIMEDIA)
25 Ago 1994
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