Hasta la fecha, el mayor encarecimiento de estas tarifas convergentes, que pueden incluir datos y televisión además de telefonía fija y móvil, databa de 2018, cuando su coste para el ciudadano subió un 4,0%.

El comportamiento en los precios de estos servicios en los últimos años ha sido fluctuante. El incremento registrado en estos paquetes en 2023 ha sucedido a una bajada del 0,7% en 2022, y en años precedentes, se encarecieron un 0,3% en 2021, bajaron un 3,1% en 2020 y rebotaron un 2,8% en 2019.

De acuerdo con los datos del INE, la telefonía móvil, a pesar de la fuerte competencia en España por el empuje del ‘low cost’, también tuvo un repunte sin precedentes en 2023, que rompió con cuatro años anteriores de abaratamiento. La telefonía móvil pasó a costar un 3,5% más que en 2022, cuando bajó un 6,4%. En los ejercicios anteriores aminoró un 1,4% en 2021, 7,3% en 2020 y 0,6% en 2019.

En cuanto a la telefonía fija, estos servicios subieron de precio un 1,3%, sucediendo a la congelación de precios que se contabilizó en 2022 y 2021 y el alza del 0,2% de 2020.

Del análisis del IPC se desprende además que las “cuotas por licencia y suscripciones a redes de televisión y radio” se dispararon un 12,7%, también cifra récord en la serie estadística. Los españoles habían pagado en 2022 un 2,7% más, en 2021 un 0,8% más y en 2020 un 1,5% más.

Los equipos de telefonía móvil siguieron la senda descendente en precio, con una disminución del 9,3%, después de las caídas de 2022 (-6,0%), 2021 (-5,1%), 2020 (-9,7%), 2019 (-13,9%) y la de 2018, que contabilizó el mayor abaratamiento hasta la fecha, un 16,5%.