La ponencia de la vicepresidenta del TC, Inmaculada Montalbán, concluye que la amnistía cabe en la Constitución, porque no está expresamente prohibida, y defiende su encaje porque responde a un “interés general” para la “mejora de la convivencia y de la cohesión social” en Cataluña y para superar las “tensiones sociales y políticas” del proceso independentista.

El texto no valora, sin embargo, las “motivaciones políticas” para aprobar la Ley de Amnistía, que logró el apoyo de los diputados independentistas a la investidura de Pedro Sánchez, y asegura que la función del TC no es hacer “un juicio de intenciones políticas”.

La previsible decisión del TC no despejará el futuro de Carles Puigdemont ni de Oriol Junqueras dado que en esta sentencia no se pronunciará sobre la aplicación de la amnistía al delito de malversación, algo a lo que se opone el Tribunal Supremo.

Ayer mismo, la mayoría de los magistrados del TC sostuvieron que la Constitución no prohíbe la amnistía, avanzando en el camino para avalar la legalidad de la norma.

El borrador de la vicepresidenta del TC sostiene que la norma es constitucional y que el legislador “puede hacer todo lo que la Constitución no prohíba explícita o implícitamente”.