Por tanto, el Constitucional tiene que resolver las recusaciones antes de decidir sobre la admisión de los recursos. Los incidentes han sido presentados por Puigdemont y Comín. Aunque Puig no ha recusado a nadie se ha decidido también su aplazamiento para poder adoptar la decisión de admisión de los tres recursos en el mismo Pleno.

Carles Puigdemont quiere apartar a tres magistrados conservadores de la corte de garantías de la decisión sobre la suspensión cautelar de su orden de prisión y sobre la resolución del recurso de amparo que ha presentado para intentar revertir la negativa del Tribunal Supremo a amnistiar el delito de malversación por el que está procesado.

En un escrito, su abogado, Gonzalo Boye, pedía apartar a los tres magistrados y cuestionaba su imparcialidad, instándoles a abstenerse y planteando su recusación en caso de que no lo hagan.

La defensa del expresidente catalán asegura que estos tres magistrados carecen “manifiestamente de la imprescindible imparcialidad” para participar en la resolución de su demanda de amparo. A su juicio, deben apartarse por “haber prejuzgado, durante el transcurso de la causa, distintas cuestiones directamente relacionadas con el objeto del recurso”. De Arnaldo y Espejel predica, además, una “estrecha relación con el Partido Popular”.