‘El monstruo de los jardines’, versionada y dirigida por Iñaki Rikarte, cuenta con un elenco formado por los actores egresados de la sexta promoción de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico: Iñigo Arricibita, Xabi Caudevilla, Cristina García, Ania Hernández, Nora Hernández. Antonio Hernández Fimia, Pascual Laborda, Cristina Martín Miró, Felipe Muñoz, Miriam Queba, María Rasco y Marc Servera, según informó la CNTC.

Éste es el segundo montaje interpretado por esta promoción tras el éxito de ‘La discreta enamorada’, de Lope de Vega (1562-1635), dirigida por Lluís Homar, una obra con la que estuvieron de gira por España alrededor de un año.

También participan en el montaje Luis Miguel Cobo, como responsable de la composición musical y el espacio sonoro; Mónica Boromello, como encargada de la escenografía; Ikerne Giménez, al frente del vestuario; y Felipe Ramos, como responsable del diseño de iluminación.

‘El monstruo de los jardines’ fue concebida por Calderón de la Barca en su etapa de madurez, cuando ya era el dramaturgo oficial de la Corte. La obra es “una comedia de enredo de carácter mitológico que reúne todo el artificio del teatro cortesano: seres mitológicos, música, pintura, danza, disfraces y por encima de todo la incontestable belleza de unos versos que la posicionan como una de las cumbres calderonianas”.

Iñaki Rikarte consideró “sorprendente” que “un texto tan hermoso, divertido y con tantas posibilidades no haya sido representado con anterioridad por la CNTC”, lo que, a su juicio, “da una idea de la magnitud y de la calidad de nuestro Siglo de Oro”.

Explicó que “todos los géneros dramáticos conviven en ella en perfecta armonía” y comentó que “sorprenden la imaginación desbordante, la libertad creativa, la belleza de sus versos, la vigencia de alguna de sus escenas y, sobre todo, cómo se trenza la hondura de su planteamiento con un espíritu lúdico”.

La trama de ‘El monstruo de los jardines’ cuenta cómo el oráculo de Marte ha decretado que sin la participación de Aquiles, los griegos no ganarán la guerra de Troya. Para evitar su muerte en combate, la diosa Tetis, madre del héroe, lo ha ocultado en una cueva desde su nacimiento.

Ulises, representante del interés bélico griego, es el encargado de encontrarlo. La situación se vuelve insostenible y Tetis, desesperada, decide esconderlo disfrazado de mujer en el palacio del rey de Egnido.

La obra desarrolla varias tramas, pero “la principal es la historia acerca de cómo reclutan a un soldado para la guerra con la excusa de que es imprescindible”, subrayó Iñaki Rikarte, quien añadió que “hemos cambiado la fuerza del hado por el interés del Estado, y vemos cómo una madre, por proteger a su hijo, intenta oponerse al interés de ese Estado”.

Iñaki Rikarte afirmó que “la obra sucede en los prolegómenos de la guerra de Troya, pero nos parecía que llevarlo históricamente a ese tiempo remoto colocaba la idea de la guerra en un plano romántico, rebajando su crudeza”.

Con el objetivo de “llevar la función a un lugar más concreto y reconocible por el espectador”, se optó por “la década de los 50 y 60 como punto de partida para la utilería, el vestuario y la música, aunque no hemos permitido que esta elección nos limite, pues la propia obra original y en general las del Siglo de Oro muestran un gran eclecticismo”.

A su juicio, “la obra es fabulosa; conceptual y poéticamente es casi una fuente inagotable de significado”, a lo que se añade que “trabajar con la Joven resulta muy estimulante”.

La CNTC ha organizado un encuentro con el público el 8 de mayo, y habrá funciones accesibles con subtitulado, audiodescripción, bucle magnético y sonido amplificado el 23 y el 24 de abril.