Este montaje es fruto de la colaboración de la compañía Nao d´amores con la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) para llevar a las tablas un Calderón de la Barca poco conocido, siendo además la primera vez que Ana Zamora se acerca a este autor y su primera incursión en teatro barroco, tras años dedicada al teatro medieval y renacentista.

La relación entre ambas compañías es de larga data y se ha concretado en trabajos, como ‘Farsas y Églogas’, de Lucas Fernández (1474-1542); ‘Comedia Aquilana’, de Bartolomé Torres Naharro (1485-1520); o ‘Numancia’, de Miguel de Cervantes (1547-1616). Tras ‘El Castillo de Lindabridis’, esta entente se prolongará con ‘Misterio del Cristo de los Gascones’, que se estrenará durante la próxima Semana Santa.

En ese sentido, Ana Zamora comentó que “la finalidad común de Nao d´Amores y la Compañía Nacional de Teatro Clásico” pasa por “la recuperación del patrimonio histórico”, lo que se pondría de manifiesto con la selección de ‘El Castillo de Lindabridis’.

Este trabajo se editó por primera vez en 1691, aunque se cree que se representó como fiesta cortesana en el Salón Real de Palacio de 1661. Para escribirla, Calderón de la Barca se inspiró en ‘Espejo de príncipes y caballeros’, de Diego Ortúñez de Calahorra (primera mitad del siglo XVI-segunda mitad del siglo XVI).

Calderón de la Barca adaptó en esta pieza la temática caballeresca a su propio contexto teatral y creó un juego palaciego de aires carnavalescos en el que el Barroco se descubre a así mismo a través de un Medievo soñado por el Renacimiento.

Nao d´amores y la CNTC añadieron un nivel temporal más a este montaje de ‘Castillo de Lindabridis’: el de la contemporaneidad, como apuntó Ana Zamora al argüir que “uno de los aspectos que más me interesó a la hora de elegir el texto, era la idea de que el Barroco mira al pasado, que es lo que yo he hecho con esta obra: mirar al pasado desde mi contemporaneidad, y trabajar con Calderón me permite mirar al pasado desde el Barroco”.

Apuntó que ésta es una obra que “tiene todo un artificio perteneciente al teatro cortesano: el lenguaje poético elaborado, la música, la danza, los disfraces, los seres fantásticos, pero está construida sobre el enredo propio de las novelas de capa y espada”.

HISTORIA DE UNA “HEROÍNA”

‘El Castillo de Lindabridis’ cuenta la historia de la princesa Lindabridis, quien, para heredar el trono de Tartaria, deberá contraer matrimonio con un caballero que pueda vencer a su hermano Meridián en un torneo. Para encontrar al hombre más capacitado para lograrlo, viaja por el mundo en un castillo volador.

Ana Zamora comentó que “lo interesante de esta obra es entender que este viaje de la princesa Lindabridis es una realización personal”, en el que Calderón de la Barca “convierte a una princesa encantada que espera en su torre a ser liberada de su encantamiento, en una mujer con capacidad de acción, en una heroína que resuelve sus conflictos, que pilota su nave, en una doncella guerrera que resuelve sus problemas por ella misma”.

El elenco de esta obra se compone de músicos y actores que mayoritariamente han formado parte de diversas promociones de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, como

Miguel Ángel Amor, Mikel Arostegui, Alfonso Barreno, Alba Fresno, Inés González, Paula Iwasaki, Alejandro Pau, e Isabel Zamora.

Por su parte, Vicente Cargo se encarga del trabajo de voz y palabra de los actores; Miguel Ángel López y María Alejandra Saturno se ocupan de la dirección musical; Cecilia Molano y David Faracao son los responsables de la escenografía; David Faraco desarrolla el trabajo de objetos; Deborah Macías organiza el vestuario; Miguel Ángel Camacho tiene la responsabilidad del diseño de iluminación; Fabio Mangolini es el asesor de movimiento; Jaime Puente se ha encargado de la asesoría de danza barroca; y José Luis Massó funge de asesor de armas.

La CNTC ha organizado un encuentro con el público el próximo 7 de febrero y ha preparado funciones accesibles con subtitulado, audiodescripción, bucle magnético y sonido amplificado los días 16 y 17 de febrero.