EL TEATROROMANO DE MALAGA SERA RECUPERADO TRAS EL DERRIBO DE LA CASA DE LA CULTURA

MALAGA
SERVIMEDIA

El desalojo de la Casa de la Cultura de Málaga, que comenzará mañana, permitirá la recuperación del Teatro Romano semioculto bajo los cimientos del edificio, el primero de titularidad pública que se constuyó en la ciudad después de la Guerra Civil.

La Casa de la Cultura, que alberga una magna biblioteca, así como el archivo provincial, ha sido durante décadas el punto de encuentro de estudiante, investigadores y jóvenes artistas que aprovechaban sus salas de exposiciones o teatros para dar su salto a la fama.

Una empresa especializada en el traslado de fondos bibliográficos ha sido contratada por la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga para iniciar el desalojo del edificio y posterior traslado a una nave alquilada de estos fondos, mientras se rehabilita el convento de La Trinidad como nueva sede del archivo histórico y se acondicione el colegio de San Agustín como biblioeca general.

La demolición del edificio, que está previsto que comienze los primeros días de diciembre, durará 4 meses, período en el que los técnicos y arqueológicos valorarán los restos humanos que se hallen bajo el edificio.

El descubrimiento del teatro romano fue paralelo al inicio de la construcción de la Casa de la Cultura. Del teatro, ubicado al pie de la Alcazaba árabe, sólo se pudo salvar su graderío, así como los accesos, en el que se pueden admirar columnas de la época romana.

Recentes prospecciones realizadas en el patio interior de la Casa de la Cultura de Málaga demostraron la existencia en buen estado de conservación de la escena y el coro del teatro.

El derribo de la Casa de la Cultura ha suscitado en la sociedad malagueña un amplio debate entre los partidarios de la recuperación del teatro y los que prefieren la conservación del edificio, calificado por los técnicos, como el único estilo arquitectónico netamente franquista de cuantos se construyeron en la ciudad durante a dictadura.

De esta manera, los conservacionistas han apostado por un espacio en el que se mezcle tres estilos arquitectónicos bien distintos. Por un lado el árabe, con la Alcazaba como máximo exponente, por otro el Teatro Romano y en tercer y último lugar el estilo franquista.

(SERVIMEDIA)
30 Oct 1994
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