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La tecnología que reduce interrupciones nocturnas supone un avance para quienes buscan dormir mejor y despertar con energía
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Dormir del tirón se ha convertido en un objetivo cada vez más difícil para buena parte de la población. Estrés, pantallas y horarios irregulares han disparado las interrupciones nocturnas con consecuencias directas sobre el rendimiento diario, el estado de ánimo y la salud cardiovascular y metabólica. En este contexto, empieza a ganar terreno una nueva generación de tecnologías diseñadas específicamente para estabilizar el sueño y mejorar la recuperación nocturna.
Se han desarrollado estudios para implementar estas tecnologías, y sus resultados apuntan a un efecto doble: mejor oxigenación nocturna y menos eventos respiratorios asociados a despertares, dos parámetros clave para mantener fases de sueño profundo más prolongadas. Al reducir las micro interrupciones ligadas a pequeñas pausas respiratorias, el descanso se vuelve más continuo y el organismo dispone de más tiempo para activar sus procesos reparadores.
En la búsqueda de tecnologías innovadoras para mejorar estos parámetros encontramos compañías como Biow que trabaja en tecnologías orientadas al envejecimiento saludable y al bienestar integral. Sus desarrollos se alinean con esta tendencia que busca ir más allá de las soluciones rápidas para el insomnio y aborda, en cambio, los mecanismos fisiológicos que sostienen un sueño de calidad: desde la oxigenación y la estabilidad respiratoria hasta la recuperación de la energía celular.
"Durante el sueño se activan los principales mecanismos de recuperación celular y regulación neurofisiológica. Dormir en un entorno con una calidad de aire optimizada, que favorezca la respiración nasal sostenida y reduzca las interrupciones nocturnas, tiene un impacto directo sobre parámetros como la eficiencia del sueño, la modulación metabólica y el equilibrio neuroendocrino. En los usuarios de Biow, uno de los efectos iniciales observados es un despertar con las vías aéreas superiores más despejadas y una percepción objetiva de mayor recuperación", comentó Enrique Caso, directo Biomédico de Biow
A medida que la investigación avanza y se perfeccionan las herramientas capaces de actuar durante el sueño, el foco se desplaza hacia un objetivo común: favorecer un descanso más continuo, profundo y fisiológicamente eficiente. No se trata solo de dormir más horas, sino de ofrecer al cuerpo las condiciones para activar sus propios mecanismos de reparación. Si las tecnologías emergentes continúan demostrando su impacto en la estabilidad respiratoria y la calidad del aire nocturno, podríamos estar ante un nuevo aliado para una salud más resiliente y un envejecimiento más equilibrado.
(SERVIMEDIA)
01 Dic 2025
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