El filme es una coproducción anglo-húngara de 1989, dirigida por Geoff Murphy, en la que un agente de la CIA, interpretado por Tom Skerrit, acude a Moscú para intentar abortar los planes de un alto cargo del KGB que prtende eliminar a Gorbachov.

En el largometraje, los dirigentes de la CIA, conocedores del complot, se debaten entre una intervención para evitar lo peor o dejar que los soviéticos resuelvan sus propios asuntos.

En el transcurso de una tensa reunión, el director de la CIA afirma que a los soviéticos "les han echado de Afganistán, los árabes no quieren saber nada de ellos y Africa hace tiempo que les rehuye. Europa tiende a la derecha, e incluso China está adoptando una economía de mercado. Están cnfusos y él (Gorbachov) ayuda con su actitud".

La película, profética en muchos aspectos, cuenta incluso con la actuación de un doble de Mijail Gorbachov, que interviene en la escena final, en que se resuelve la trama.