Durante su participación en el Observatorio OCDS de ‘El Español’, Miquel reclamó un diálogo entre las autoridades comunitarias y el sector para que haya una normativa común para todos los países de la UE, que se concedan ayudas para que la sostenibilidad no suponga un coste inasumible a la industria y para que no haya un trato dispar en la regulación a las empresas europeas frente a los competidores de fuera de la UE que se rigen por parámetros de sostenibilidad menos exigentes.

Miquel afirmó que la sostenibilidad es un concepto “muy imbricado en la propuesta de valor” de su grupo (propietario de marcas como Cortefiel o Springfield), que se caracteriza por una apuesta por una moda “más atemporal y no fungible”.

A su juicio, la sostenibilidad es “un camino sin retorno y hay que acelerarlo sin miedo”, pero la industria necesita ayudas porque hoy por hoy, en un proceso inflacionista como el actual, el consumidor no está dispuesto a pagar más por un producto sostenible.