Miret Magdalena declaró a Servimedia que con esa petición el Vaticano se acerca "al fundamentalismo de tipo integrista" que practica el presidete de los Estados Unidos, George Bush, que también rechaza este tipo de uniones y mezcla religión con política.

El teólogo aclaró que "es muy confuso lo que dice la Congregración para la Doctrina de la Fe, porque mezcla dos cosas que en la tradición católica están bien claras: una cosa es la moral católica y otra cosa es la ley civil. Son dos cosas distintas que además tienen finalidades diferentes".

Recalcó que "la moral católica es una enseñanza para los católicos a propósito de la moral y, en ambio, la ley civil es un desarrollo de lo que debe ser la convivencia en un país democrático y, por lo tanto, una decisión del pueblo para que realmente se pueda convivir y se pueda realizar lo que llamaban los antiguos la paz social".

"Pero", añadió Miret Magdalena, "la ley civil no tiene porque ser una imitación o un seguimiento de la ley moral, eso es lo que tradicionalmente ha dicho siempre la enseñanza católica antigua".

En este sentido, lamentó que "ahora parece que el gobernante católico iene que seguir la moral católica en las leyes y no tendrá que seguir lo que diga las decisiones democráticas a propósito de lo que es la ley civil".

Finalmente, el teólogo cree que los Estados occidentales harán caso omiso a esa petición de la Santa Sede, "porque se sienten libres y demócratas ante todo".