Según explicó la Plataforma del Tercer Sector, la labor de las organizaciones sociales fue “esencial” en la dana, ya que estuvieron desde el primer momento ofreciendo apoyo y acompañamiento a las personas afectadas, y permanecen en las zonas afectadas impulsando la reconstrucción.

La plataforma impulsó un trabajo “intensivo”, articulando propuestas concretas y urgentes, como la creación de un comité de crisis junto al Tercer Sector, el refuerzo de los servicios sociales básicos, flexibilización y reducción de procesos administrativo y el apoyo directo a las entidades que estaban trabajando en las zonas afectadas.

Además, la plataforma asumió, de manera excepcional y por motivos de urgencia, la coordinación y gestión de esta subvención dada la magnitud de la emergencia.

Gracias a esta medida, más de 60 entidades sociales están actuando en los municipios de las zonas afectadas de la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha, desarrollando intervenciones sobre tres líneas prioritarias: rehabilitación y limpieza del entorno, infraestructuras de las sedes y restitución de medios de movilidad; la intervención psicosocial y el fomento del bienestar personal y familiar; y el asesoramiento jurídico para garantizar el acceso a derechos.

El presidente de la Plataforma del Tercer Sector, Luciano Poyato, señaló que, un año después de la dana, las entidades sociales siguen “acompañando a las personas que continúan sufriendo sus consecuencias” y lo hacen desde el "compromiso, conocimiento del territorio y la cercanía con las personas, con el apoyo imprescindible de miles de personas voluntarias” porque reconstruir “no es solo reparar daños materiales, sino garantizar derechos, reforzar apoyos y asegurar que nadie quede atrás”.

Finalmente, la plataforma defendió “respuestas que reconozcan una desigualdad estructural y que sean integrales, inclusivas y sostenidas” en el tiempo porque “lo que está en juego no es solo la recuperación, sino también la justicia social”.