Así se desprende del estudio ‘¿Gran dimisión? No, precariedad excluyente’, elaborado por el Servicio de Estudios Confederal de UGT, en el que el sindicato desmiente que exista en España “un problema significativo” para cubrir puestos de trabajo vacantes.

El estudio subraya tres factores que inciden en que pueda haber dificultades para cubrir determinados empleos: “La elevada precariedad laboral, la ineficacia de las políticas activas de empleo y las disfunciones en la interacción entre el modelo formativo y el productivo, que afectarían especialmente a aquellos sectores de alto nivel tecnológico”.

El informe, a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), explica que, a pesar de que el número de vacantes sigue una tendencia creciente (en 2021 alcanzó la cifra más elevada con 111.087), la tasa de vacantes es la más baja de toda la UE (0,7%, frente al 2,8% de media de la eurozona).

Además, señala que las vacantes se encuentran bastante concentradas geográficamente. La suma de las existentes en la Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana acumulan un 70% del total.

Por tipo de empresa, dos de cada tres vacantes (67,8%) se ubican en pequeñas y medianas empresas. Asimismo, un 95% de las empresas españolas encuestadas declararon no tener vacantes por no necesitar ningún trabajador adicional.

SECTORES

Casi la mitad de las vacantes (45,6%) se agrupan en ramas con un peso importante del empleo público, como administración pública y defensa; Seguridad Social; actividades sanitarias y de servicios sociales, y educación. UGT atribuye esta situación al “ineficiente” funcionamiento de los procesos de oposición pública hasta 2021, con tasas de cobertura insuficientes y a la “elevada” temporalidad y parcialidad que ha existido.

Mientras, un tercio de las vacantes se encuentra en actividades del sector privado con “muy alta precariedad laboral”.

Además, en torno al 20% de los puestos sin cubrir se debe a un “desacople” entre la formación o cualificación de la persona trabajadora y la requerida por la empresa, “algo que se evidencia en el caso de algunas competencias digitales específicas”.

No obstante, según UGT, solo un 10% de las empresas españolas intentaron contratar a un tecnólogo en 2021, y de ellas, únicamente el 2,5% tuvieron alguna dificultad para cubrir el puesto.

EXCLUSIÓN SOCIAL

“No hay que olvidar que dos de cada tres personas desempleadas se encuentran en España en riesgo de pobreza o exclusión social, por lo que no pueden permitirse rechazar una oferta de empleo, con indiferencia de las condiciones asociadas al mismo. Datos que constatan que las causas de la puntual falta de personas dispuestas a trabajar en alguna actividad son, en términos generales, ajenas a la voluntariedad de las mismas”, explica UGT.

Con estas cifras, el sindicato avisa de que “no hay un problema de gran dimisión voluntaria de las personas trabajadoras, lo que existe es la imposibilidad real de acceder a un empleo en condiciones dignas, tengan los trabajadores y trabajadoras la nacionalidad que tengan”.

“La solución pasa por un cambio estructural que promueva una revalorización del trabajo, generando empleos más estables, seguros y mejor retribuidos”, resuelve UGT.