Eva Sánchez-Paniagua, veterinaria de la red Clinicanimal, subraya que “los perros son animales sociales que necesitan sentirse parte del entorno familiar. Dedicarles tiempo de calidad impacta directamente en su felicidad, en la reducción del estrés y en su comportamiento general”. Actividades conjuntas como paseos, juegos o simplemente compartir una siesta pueden generar beneficios mutuos, como la liberación de oxitocina y la mejora del estado de ánimo.

Explicó que el verano ofrece un contexto ideal para introducir rutinas saludables que refuercen ese vínculo. Desde rutas de senderismo con paradas refrescantes hasta juegos de olfato en la naturaleza o sesiones de fotos temáticas, las propuestas se adaptan a distintos niveles de energía y personalidad. Todas ellas tienen en común el valor del tiempo compartido y la creación de recuerdos significativos.

Además, esta jornada también sirve para visibilizar la situación de los perros que aún esperan un hogar. “Mientras muchos disfrutan de estas experiencias, otros padecen abandono. Este día puede ser una oportunidad para fomentar la adopción y la protección de los animales más vulnerables”, concluye Sánchez-Paniagua.