Crisis climática

La Tierra alcanza niveles récord en 22 de sus 34 ‘signos vitales’

- 2024 fue el más caluroso probablemente en 125.000 años, según un estudio

- Una rápida eliminación gradual del petróleo, el gas y el carbón sería una de las mayores aportaciones para frenar el calentamiento

MADRID
SERVIMEDIA

El planeta Tierra ha alcanzado niveles récord en 22 de sus 34 ‘signos vitales’ y muchos de ellos muestran una marcada tendencia en la dirección equivocada, por lo que la crisis climática se está acelerando a “un ritmo alarmante” y el mundo se encuentra “al borde del abismo” y se acerca al “caos climático”.

Así se recoge en un informe realizado por una coalición internacional de científicos liderada por William Ripple, de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos), y Christopher Wolf, de la organización Terrestrial Ecosystems Research Associates (TERA).

La investigación cuenta con 11 coautores pertenecientes a instituciones de Alemania, Australia, Brasil, China y Reino Unido. El trabajo aparece publicado este miércoles en la revista ‘BioScience’.

Los ‘signos vitales’ de la Tierra representan indicadores clave de las actividades humanas y sus respuestas climáticas asociadas, incluyendo el consumo de energía, las emisiones y concentraciones de gases de efecto invernadero, las temperaturas globales, la masa de las capas de hielo, las condiciones oceánicas y los patrones climáticos extremos. En conjunto, estas métricas ofrecen una visión integral del cambio climático del planeta y sus causas.

El informe se basa en otro presentado por Ripple y sus colegas en 2020, cuando emitieron una declaración de “emergencia climática” que obtuvo el apoyo de cerca de 15.800 científicos.

Entonces, propusieron seis áreas en las que la humanidad debería tomar medidas inmediatas para frenar los efectos de un mundo en calentamiento, entre ellas usar solo energías renovables, comer menos carne y frenar el aumento demográfico global.

“PELIGROSA TRAYECTORIA”

El nuevo informe señala que 2024 fue el año más caluroso registrado y probablemente el más cálido en al menos los últimos 125.000 años, lo que, según los investigadores, supone una "intensificación de la crisis climática".

“La actividad humana se encuentra en un estado de sobreexplotación ecológica, donde los recursos de la Tierra se consumen más rápido de lo que pueden regenerarse”, indica Wolf, antes de agregar: “La población, el ganado, el consumo de carne y el producto interno bruto se encuentran en niveles récord, con un aumento semanal de 1,3 millones de personas y medio millón de rumiantes”.

Los científicos advierten de que "una peligrosa trayectoria de invernadero en la Tierra podría ser ahora más probable debido al calentamiento acelerado, las retroalimentaciones que se retroalimentan y los puntos de inflexión".

“En los últimos años, los signos vitales han batido récords por márgenes extraordinarios, como la temperatura superficial, el contenido de calor del océano, la pérdida de hielo marino y la pérdida de cobertura arbórea relacionada con los incendios”, afirma Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK, por sus siglas en alemán).

RIESGOS EN CASCADA

El informe destaca “riesgos en cascada”, incluido un posible colapso de la circulación meridional del océano Atlántico, que "podría desencadenar perturbaciones climáticas abruptas e irreversibles, incluidos cambios drásticos en los patrones climáticos regionales, sequías e inundaciones intensificadas y una reducción de la productividad agrícola en regiones clave".

A pesar de las graves amenazas, los científicos enfatizan que existen estrategias de “alto impacto” para mitigar el cambio climático, que son rentables y se necesitan “con urgencia”. Ripple asegura que aún se puede limitar el calentamiento si se actúa con “audacia y rapidez”.

Por ejemplo, las fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, tienen el potencial de suministrar hasta el 70% de la electricidad mundial para 2050. Una rápida eliminación gradual de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) generaría una de las mayores contribuciones a la mitigación del cambio climático.

Además, la protección y restauración de ecosistemas como bosques, humedales, manglares y turberas podría eliminar o evitar alrededor de 10 gigatoneladas de emisiones de CO2 al año para 2050, lo que equivale a un 25% de las emisiones anuales actuales, a la vez que apoyaría la biodiversidad y la seguridad hídrica.

Y reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, que actualmente representa entre un 8% y un 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y transitar hacia dietas más ricas en plantas pueden reducir sustancialmente las emisiones.

JUSTICIA

Por otra parte, el informe señala que “el coste de mitigar el cambio climático es probablemente mucho menor que los daños económicos globales que podrían causar los impactos relacionados con el clima”.

Ripple, Wolf y sus colegas concluyen su informe indicando que el cambio climático es fundamentalmente una cuestión de justicia. “Estamos perjudicando desproporcionadamente a los vulnerables y marginados, los menos responsables de la crisis”, señalan los autores.

Sin embargo, sostienen que estos daños aún pueden mitigarse mediante acciones urgentes. “El futuro aún se está escribiendo mediante decisiones políticas, de inversión y de acción colectiva”, apostillan.

(SERVIMEDIA)
29 Oct 2025
MGR/clc/gja