Clima

La Tierra se calentará 2,4 grados este siglo, aunque el pico de combustibles fósiles llega esta década

- Según la Agencia Internacional de la Energía

- Habrá casi 10 veces más coches eléctricos y las renovables se acercarán a la mitad del mix energético mundial

MADRID
SERVIMEDIA

El planeta Tierra se calentará 2,4 grados este siglo en comparación con la era preindustrial pese a que el máximo de demanda mundial de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) llegará esta década, que acabará con casi 10 veces más coches eléctricos que ahora y las energías renovables se acercarán a la mitad del mix energético global.

Así figura en el último informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), titulado ‘Perspectivas energéticas globales 2023’ y difundido este martes poco más de un mes antes de que comience la Cumbre del Clima en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), conocida como COP28.

Es la primera vez que ese informe anual de la AIE refleja que en esta década habrá picos “visibles” en la demanda global de carbón, petróleo y gas, pero el documento señala que se necesitan políticas climáticas más estrictas para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales.

Así, la participación de los combustibles fósiles en el suministro mundial de energía, que ha estado estancada durante décadas en alrededor del 80%, se reducirá al 73% en 2030, y las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía alcanzarán su punto máximo en 2025.

“Los costes de la inacción podrían ser enormes: a pesar del impresionante crecimiento de la energía limpia basado en las políticas actuales, las emisiones globales seguirían siendo lo suficientemente altas como para elevar las temperaturas promedio globales en alrededor de 2,4°C este siglo, muy por encima del umbral clave establecido en el Acuerdo de París”, indica la AIE.

No en vano, la demanda de combustibles fósiles seguirá siendo “demasiado alta” para que el planeta se mantenga dentro del alcance del objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de las temperaturas globales promedio a 1,5 grados.

Esto implica el riesgo no sólo de empeorar los impactos climáticos después de un año de calor récord, sino también de socavar la seguridad del sistema energético, que fue construido para un mundo más frío con episodios climáticos menos extremos. “Inclinar la curva de emisiones hacia una trayectoria consistente con 1,5 ºC sigue siendo posible, pero muy difícil”, sentencia la AIE.

SISTEMA DIFERENTE

No obstante, el informe señala que a finales de esta década habrá un sistema energético global “considerablemente diferente” gracias al auge de las tecnologías de energía limpia -como la solar y la eólica, los automóviles eléctricos y las bombas de calor, lo cual remodela la forma en que se alimentan fábricas, vehículos, electrodomésticos y sistemas de calefacción.

Según la AIE, a finales de esta década habrá casi 10 veces más coches eléctricos en las carreteras de todo el mundo, la energía solar fotovoltaica generará más electricidad que todo el actual sistema eléctrico estadounidense, la participación de las energías renovables en la combinación eléctrica mundial se acercará al 50% (frente al 30% de ahora), las bombas de calor y otros sistemas de calefacción eléctrica se venderán más que las calderas de combustibles fósiles en el mundo y se invertirá tres veces más en nuevos proyectos eólicos marinos que en nuevas centrales eléctricas alimentadas con carbón y gas.

Si los países cumplen sus promesas nacionales en materia de energía y clima a tiempo y en su totalidad, el progreso en materia de energía limpia avanzaría aún más rápido. Sin embargo, aún serían necesarias medidas aún más enérgicas para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados.

“La transición hacia la energía limpia está ocurriendo en todo el mundo y es imparable. No es una cuestión de 'si', es sólo una cuestión de ‘cuánto de pronto', y cuanto antes, mejor para todos nosotros”, afirmó Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.

Birol subrayó que “los gobiernos, las empresas y los inversores deben respaldar las transiciones a la energía limpia en lugar de obstaculizarlas”. “Se ofrecen inmensos beneficios, incluidas nuevas oportunidades industriales y empleos, mayor seguridad energética, aire más limpio, acceso universal a la energía y un clima más seguro para todos”, recalcó.

“Teniendo en cuenta las tensiones y la volatilidad actuales en los mercados energéticos tradicionales actuales, las afirmaciones de que el petróleo y el gas representan opciones seguras para el futuro energético y climático del mundo parecen más débiles que nunca”, apostilló.

PROPUESTAS

El informe propone una estrategia global para encaminar al mundo hacia 2030 con cinco pilares clave: triplicar la capacidad renovable global, duplicar el ritmo de mejoras en la eficiencia energética, reducir las emisiones de metano de las operaciones de combustibles fósiles en un 75%, mecanismos de financiación innovadores y a gran escala para triplicar las inversiones en energía limpia en las economías emergentes y en desarrollo, y medidas para garantizar una disminución ordenada en el uso de combustibles fósiles, incluido el fin de nuevas aprobaciones de centrales eléctricas de carbón.

"Cada país necesita encontrar su propio camino, pero la cooperación internacional es crucial para acelerar las transiciones a energías limpias", indicó Birol, antes de concluir: “En particular, la velocidad a la que disminuyan las emisiones dependerá en gran medida de nuestra capacidad para financiar soluciones sostenibles para satisfacer la creciente demanda de energía de las economías de rápido crecimiento del mundo. Todo esto apunta a la vital importancia de redoblar la colaboración y la cooperación, no retirarse de ellas”.

(SERVIMEDIA)
24 Oct 2023
MGR/clc