Clima

La Tierra se calentará hasta 2,9 grados más con los actuales planes climáticos de los países, según la ONU

- Las emisiones deben caer entre un 28% y un 42% en 2030 para frenar la crisis climática

MADRID
SERVIMEDIA

Los actuales compromisos climáticos de los países encaminan al mundo hacia un aumento de la temperatura global de entre 2,5 y 2,9 grados por encima de los niveles preindustriales durante este siglo, lejos de lo necesario para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de que el planeta no se caliente más de entre 1,5 y 2 grados.

Así se recoge en la decimocuarta edición anual del ‘Informe sobre la brecha de emisiones’, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y dado a conocer este lunes, antes de que el próximo 30 de noviembre comience la 28ª Cumbre del Clima -conocida como COP28- en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).

Este documento muestra la diferencia entre cuáles serían las emisiones globales de gases que calientan el planeta gracias a los planes climáticos nacionales y dónde deberían estar para limitar el calentamiento a entre 1,5 y 2 grados respecto a la era preindustrial.

Este informe es el tercero y último que ha presentado el Pnuma antes de la COP28. Los anteriores fueron sobre la brecha de adaptación, en el que se indicaba que los países en desarrollo necesitan entre 10 y 18 veces más fondos para combatir los efectos climáticos, y otro sobre la brecha de producción, donde se destacaba que los gobiernos planean producir un 110% más combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) en 2030 de lo consistente para limitar el calentamiento a 1,5 grados y un 69% más de lo que permite el límite de 2 grados.

El nuevo informe indica que se necesitan transformaciones globales bajas en carbono para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 (un 28% para un calentamiento de 2 ºC y un 42% para limitarlo a 1,5 ºC).

"No queda ninguna persona o economía en el planeta que no se vea afectada por el cambio climático, por lo que debemos dejar de establecer récords no deseados en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, temperaturas máximas globales y condiciones climáticas extremas", apuntó Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.

Andersen añadió: “En lugar de eso, debemos sacar la aguja del mismo viejo ritmo de ambición insuficiente y acción insuficiente, y comenzar a establecer otros récords: en reducción de emisiones, en transiciones verdes y justas y en financiación climática”.

RÉCORDS BATIDOS

Por otro lado, el planeta registró este año hasta principios de octubre un total de 86 días con temperaturas superiores a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales. Septiembre fue el mes más caluroso jamás registrado, con temperaturas medias mundiales 1,8 grados superiores a la era preindustrial.

Según el Pnuma, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero aumentaron un 1,2% entre 2021 y 2022 hasta alcanzar un nuevo récord de 57,4 gigatoneladas de CO2 equivalente. Las emisiones del G-20 subieron el año pasado también un 1,2%.

Debido a esas tendencias y a los insuficientes esfuerzos de mitigación (es decir, reducir las emisiones), el mundo va camino a un incremento de la temperatura mucho más allá de los objetivos climáticos acordados en el Acuerdo de París en 2015.

No obstante, el planeta se calentará 3 ºC por encima de la época preindustrial durante este siglo si continúan las políticas climáticas actuales. Hay un 66% de probabilidades de que el calentamiento sea de hasta 2,9 grados con la puesta en marcha de los planes nacionales de previsión de reducción de emisiones y su aplicación total lo rebajaría a 2,5 grados.

Los compromisos climáticos de los países implican que se necesitan 14 gigatoneladas en recortes adicionales de emisiones de CO2 equivalente en 2030 para limitar el calentamiento a 2 ºC o 22 gigatoneladas para dejarlo en 1,5 ºC.

En términos porcentuales, el mundo necesita reducir las emisiones de aquí a 2030 en un 28% para encaminarse hacia el objetivo de 2 °C del Acuerdo de París y un 42% para el de 1,5 °C.

Por otra parte, el informe señala que sería posible limitar el aumento de temperatura a 2 ºC si se cumplieran todos los planes climáticos nacionales y los compromisos de cero emisiones netas de emisiones en 2050, pero estas últimas promesas no son actualmente creíbles porque ninguno de los países del G-20 está reduciendo las emisiones a un ritmo coherente con ellas.

AVANCES INSUFICIENTES

El progreso de las políticas climáticas desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015 ha reducido la brecha de implementación, esto es, la diferencia entre las emisiones proyectadas bajo las políticas actuales y la puesta en marcha total de los planes climáticos nacionales.

Durante la adopción del Acuerdo de París, en 2015, se proyectaba que las emisiones de gases de efecto invernadero subirían un 16% en 2030. Ahora, ese incremento previsto es de un 3%.

Hasta el pasado 25 de septiembre, nueve países habían presentado nuevos o actualizados planes climáticos de reducción de emisiones desde la 27ª Cumbre del Clima de Sharm el Sheij (Egipto), celebrada en noviembre de 2022. Ello eleva el número total de compromisos actualizados a 149.

El informe insta a todos los países a transformar toda la economía para que sea baja en carbono. El carbón, el petróleo y el gas extraídos durante la vida útil de las minas y campos en producción y planificados emitirían más de 3,5 veces el presupuesto de carbono disponible para limitar el calentamiento a 1,5°C, y casi todo el presupuesto disponible para el límite de 2 °C.

Los países con mayor capacidad y responsabilidad en materia de emisiones -los ricos y altas emisiones entre el G-20- necesitarán tomar medidas más ambiciosas y rápidas y ofrecer apoyo financiero y técnico a las naciones en desarrollo.

Dado que los países de ingresos bajos y medianos ya representan más de dos tercios de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, satisfacer las necesidades de desarrollo con un crecimiento bajo en emisiones es una prioridad en esas naciones.

La transición hacia un desarrollo bajo en carbono plantea desafíos económicos e institucionales para los países de ingresos bajos y medianos, pero también importantes oportunidades, con un acceso universal a la energía que sacaría a millones de personas de la pobreza y expandiría industrias estratégicas, así como energías renovables más baratas, empleos verdes y un aire más limpio.

El informe concluye que retrasar la reducción de las emisiones aumentará la dependencia futura de la eliminación de CO2 de la atmósfera, que ya se está implementando principalmente con la forestación, la reforestación y la gestión forestal.

(SERVIMEDIA)
20 Nov 2023
MGR/gja