Según los expertos españoles consultados por Servimedia, los certificados que se realizan en Epaña son, en líneas generales, "deficientes", y contienen inexactitudes sobre las causas de muerte.

Este problema es común a otros países, ya que de acuerdo con un estudio realizado por el Colegio Federal de Médicos alemán, que publica en su último número la revista "Jano", un 65% de los certificados de defunción de este país ofrecen diagnósticos inciertos o erróneos.

Según los médicos alemanes, el número de óbitos por lesión o intoxicación es al menos el doble de lo que se recoge en los certificdos basados en la mera inspección del cadáver. Incluso bajo tratamiento clínico, ciertas enfermedades presentan complicaciones no identificadas que acaban siendo letales, como en el caso de la neumonía o las hemorragias ocultas.

Los expertos consultados en España coinciden en que, aunque no existen estudios como el de Alemania, también son frecuentes las inexactitudes o errores en los certificados de defunción expedidos en España.

Así, Gregorio Arroyo Urieta, médico forense de la Clínica Puerta d Hierro de Madrid, dijo a Servimedia que "tenemos la idea de que los certificados son deficientes", y esto es un "defecto habitual".

Asimismo, fuentes del Regitro Civil consultadas informaron que la situación ha empeorado desde 1994, año en que el Ministerio de Justicia suprimió el Cuerpo Especial de Médicos del Registro Civil, cuyos integrantes tenían como misión supervisar las causas de los fallecimientos.

Esta medida supuso que algunas provincias importantes dejasen de contar con médicos en su registros civiles. En concreto, el registro de Madrid tenía hasta 1994 unos 19 médicos, mientras que en la actualidad sólo hay uno.

La supresión de este cuerpo de médicos supuso que, a partir de esa fecha, son los forenses los que se encargan directamente de extender estos certificados de defunción.

A este respecto, Francisco Pera, responsable de la Clínica Forense de los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid, declaró que es posible que en el periodo en que los certificados han pasado a realizrlos los forenses, y no los médicos de los registros civiles, se haya producido un "desfase".

Francisco Pera explicó que es imposible realizar autopsias a todas los que mueren en una gran ciudad como Madrid, en la que fallecen cada día unas 80 personas. De esas 80, a unas ocho se les realiza una autopsia, mientras que otras 20, fallecidas en centros médicos, se supone que traen un diagnóstico de defunción correcto. Del resto, sin embargo, sólo se expende un certificado.