El año pasado, 9.490 extranjeros solicitaron asilo en nuestro país, la mayoría de ellos, un 61 por ciento, una vez dentro del territorio nacional, mientras que el 36,7 por ciento lo hicieron en las fronteras y sólo el 1,4 porciento, en las embajadas.

Durante el año anterior, fueron 7.926 las personas que quisieron entrar en España por la vía del asilo, mientras que en 1999 lo hicieron 8.405; en 1998, 6.764; y en 1997, 4.975.

De las peticiones recibidas en estos últimos cinco años, 10.006 obtuvieron respuesta desfavorable, 1.396 personas accedieron al estatuto de refugiado y otras 1.732 fueron acogidos por razones humanitarias.

Los datos aportados por el Gobierno, reflejan que España se sitúa en un porcentaje de eticiones de asilo por habitante similar a los de Italia y superior a la de Portugal, con 0,20 solicitudes por cada 1.000 habitantes. No muy lejos se sitúan Grecia, Estados Unidos, Finandia, Francia y Nueva Zelanda.

Por encima se sitúan Bélgica, Irlanda, Países Bajos y Austria, cuyos porcentajes son del 4,20; 3,97; 2,78 y 2,23 por ciento, respectivamente, seguidos de Dinamarca, Suecia, Luxemburgo, Alemania, Reino Unido, Canadá y Australia, según las cifras estadísticas de ACNUR (Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados).

ABOGADOS E INTERPRETES

En su respuesta, el Ejecutivo asegura que quienes piden asilo en España tienen garantizada siempre la asistencia letrada, sea a través de los colegios de abogados, los acuerdos de asistencia jurídica gratuita firmados con el Ministerio de Justicia o, si así lo piden, por los abogados de ONG especializadas. También cuentan con atención sanitaria prestada por la Cruz Roja y el Sistema Nacional de Salud.

Asimismo, para atender a los solcitantes de asilo, el Ministerio del Interior tiene contratado un servicio de intérpretes de inglés, francés, árabe, chino, ruso, kurdo, turco, rumano, georgiano, farsi, armenio, afgano, urdu, albanés, indi, somalí, servo-croata y portugués.

El Gobierno añade que quienes han requerido intérpretes de otras lenguas han podido disponer de ellos, lo que, añade, "se debe reconocer que es un importante logro de la Administración General del Estado, ya que no siempre es fácil localizar a los mismos, debido ala gran diversidad lingüística de los solicitantes de asilo".