Los trabajadores de Tudor manifiestan en un comunicado su más absoluta solidaridad" hacia Santiago Ramírez, y afirman que las amenazas de los terroristas "no redundan en beneficio de los trabajadores del grupo".

Añaden asimismo que "quienes desean atentar contra derechos reconocidos en la Constitución, desconocen expresamente que hemos de ser el conjunto de los trabajadores quienes demos respuesta a cada uno de los problemas que subsisten en nuestro interior".

En este sentido, insisten en que independientemente de la situación laboral de la empresa, losrepresentantes de los trabajadores deben denunciar los problemas "sin necesidad de salvadores con métodos que no compartimos ni en el fondo ni en la forma".

Por último, aseguran que "procederemos en libertad a denunciar, ahora y en el futuro, a quienes antepongan intereses ajenos a la plantilla de Tudor".