TRANSGENICOS. ESPAÑA CUENTA CON LAS SUFICIENTE PROTECCION LEGAL RESPECTO AL CONSUMO DE ESTOS ALIMENTOS

- Según Elisa Barahona, de la Comisión Naconal de Bioseguridad

MADRID
SERVIMEDIA

Elisa Barahona, miembro de la Comisión Nacional de Bioseguridad del Ministerio de Medio Ambiente, aseguró hoy que España está suficientemente protegida en materia de manipulación transgénica de animales y plantas, porque ha adaptado a la legislación nacional todas las directivas aprobadas por las autoridades europeas.

Barahona hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en la que se presentó el Simposio Internacional sobre Plantas y Animales ransgénicos, que se celebra entre hoy y mañana en la Fundación Ramón Areces.

Asimismo, destacó la importancia de que concluya la negociación del Protocolo de Bioseguridad que se celebra desde febrero en Cartagena de Indias (Colombia), porque los riesgos sobre la biodiversidad existen sobre todo en aquellos países que son centro de origen o diversificación de especies.

En su opinión, todos los ensayos que se realizan en el mundo sobre la manipulación genética se efectúan con condiciones muy riguroas de seguridad y, fundamentalmente, con el fin de obtener más información sobre las posibles repercusiones de los transgénicos.

"En España", añadió, "vela por estos intereses la Comisión Nacional de Bioseguridad, integrada por 32 expertos, por lo que podemos estar muy seguros de todos los productos alimenticios que se comercializan en España".

Respecto al etiquetado de los alimentos transgénicos, dijo que el problema reside en los alimentos procesados y en los cereales, porque es muy difícil comrobar cuándo se ha mezclado grano transgénico con no transgénico y, además, países como Estados Unidos consideran que no debe hacerse tal distinción porque estos productos han superado controles muy rigurosos.

Por su parte, Emilio Muñoz, del Instituto de Estudios Sociales Avanzados del CSIC, explicó que el principio de precaución es el que está inspirando todas las acciones de manipulación genética, por lo que no hay motivos para introducir alarmas innecesarias.

Concluyó con que todas las imputacines contra los alimentos transgénicos carecen hasta la fecha de seriedad científica o son tergiversaciones, como la posible resistencia humana a ciertos antibióticos tras ingerirse alimentos transgénicos.

(SERVIMEDIA)
16 Mar 1999
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