La declaración consta de 12puntos, en los que las responsables políticas de países miembros del Consejo de Europa piden una mejora de la imagen de la mujer y un incremento de la participación de éstas en los órganos de decisión. Por parte española participó la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi.

Tras esta reunión esta previsto un encuentro, que se celebrará en abril en Toledo, a nivel de los estados miembros de la Unión Europea para definir la postura europea ante la IV Conferencia de las Naciones Unidas para la Mujr, que se celebrará en Pekín (China) en septiembre de 1995.

Las representantes ministeriales de 17 países europeos pretenden con esta declaración lograr una participación igualitaria entre hombres y mujeres a nivel político.

Actualmente las mujeres ocupan en torno al 10% de los escaños en los parlamentos nacionales, un porcentaje que consideran insuficiente. La declaración pide también que en los medios de comunicación se dé una imagen positiva de las mujeres y los hombres sin ningún prejuicio. Las ministras europeas piden asimismo una mejora de la integración de la mujer, en igualdad de condiciones, en los mercados laborales, incluso cuando existe una crisis económica.

BAJOS SALARIOS

Las mujeres ganan como media un 70% del sueldo de los hombres, según recoge la declaración, que también pide la igualdad de trato en la enseñanza, ya que, de momento, las mujeres realizan estudios en un número reducido de orientaciones.

Otro de los puntos recogidos en el texto es la mejora de las infrestructuras colectivas, como las guarderías, para que los hombres y las mujeres puedan combinar el trabajo y la familia. También se pide una política de integración social de las mujeres pobres, que son las más afectadas por la crisis económica.

La declaración hace referencia especial a las mujeres que han emigrado y a las ancianas. Unos 6 millones de mujeres extranjeras viven en los estados miembros de la Unión Europea, de las que 1,7 millones proceden de países terceros (principalmente de Turquía y orte de Africa). Para este colectivo se pide una política que facilite la integración y la emancipación. En el caso de las ancianas el texto pide un reconocimiento social por su contribución a la sociedad y el derecho a la salud y a la solidaridad.

En el ámbito sanitario las ministras europeas quieren una política específica que tenga en cuenta las enfermedades que más afectan a las mujeres.

Los últimos puntos del texto tratan sobre la violencia física y sexual y piden una política preventiva al especto. La violación en situación de guerra, así como el tráfico de mujeres, es considerado como "un crimen contra la humanidad".