Igualdad

Tres de cada diez mujeres en edad reproductiva tienen una protección inadecuada de la maternidad, según la OIT

Madrid
SERVIMEDIA

Tres de cada diez mujeres en edad reproductiva, un total de 649 millones, tienen una protección inadecuada de la maternidad que no cumple con los requisitos clave del convenio sobre la protección de la maternidad de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Esta es una de las conclusiones del informe ‘Los cuidados en el trabajo: Invertir en licencias y servicios de cuidados para una mayor igualdad en el mundo del trabajo’, elaborado por la OIT, en el que se pone de manifiesto que “las persistentes y significativas brechas en los servicios y medidas de cuidado han dejado a cientos de millones de trabajadores con responsabilidades familiares sin la protección y el apoyo adecuados”, unas necesidades que, en caso de satisfacerse, permitirían la creación de alrededor de 300 millones de puestos de trabajo.

Del mismo modo, tres de cada diez mujeres en edad reproductiva, 649 millones, cuentan con una protección inadecuada de la maternidad que no cumple con los requisitos clave del convenio sobre la protección de la maternidad de la OIT.

El referido convenio exige el establecimiento de un permiso de maternidad de 14 semanas como mínimo, con al menos dos tercios de los ingresos anteriores, financiado por la seguridad o por fondos públicos.

En ese sentido, 82 de los 185 países encuestados para el informe no cumplen estas normas, aunque “el permiso de maternidad remunerado o la protección de la maternidad es un derecho humano y laboral universal”.

De este modo, al ritmo actual de las reformas, se necesitarán al menos 46 año para alcanzar los derechos mínimos de licencia de maternidad en los países analizados, lo que significa que no se cumplirá la meta correspondiente de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030.

Por su parte, más de 1.200 millones de hombres en edad reproductiva viven en países que no tienen derecho al permiso de paternidad, aunque éste “ayudaría a equilibrar las responsabilidades laborales y familiares de madres y padres”.

El informe abunda en que cuando existe un permiso de paternidad, éste “sigue siendo corto” (una media mundial de nueve días), lo que crea una “gran brecha de género” en este tipo de licencias.

A su vez, la utilización de los derechos de permiso de paternidad también resulta “escasa”, una consecuencia de la “baja remuneración por paternidad, las normas de género y el diseño de las políticas”.

Por otro lado, el informe ofrece una visión global de las leyes, políticas y prácticas nacionales en materia de cuidados, incluyendo la maternidad, la paternidad, los cuidados parentales, los cuidados infantiles y los cuidados de larga duración.

En este ámbito, destaca cómo algunos trabajadores quedan fuera del ámbito de estas protecciones legales, como los autónomos, los involucrados en la economía informal, los inmigrantes, los padres adoptivos y la comunidad Lgtbiq+.

El documento también analiza los argumentos a favor de una mayor inversión en cuidados y su posible impacto.

En este caso, sólo en 40 de los países encuestados las mujeres embarazadas o lactantes tienen derechos a ser protegidas contra el trabajo peligroso o insalubre, al tiempo que únicamente 53 estados ofrecen el derecho a tiempo libre remunerado para exámenes médicos prenatales.

La OIT subraya que la necesidad de servicios de cuidados de larga duración para personas mayores y con discapacidad “ha aumentado considerablemente” debido al aumento de la esperanza de vida y al impacto de la pandemia.

Sin embargo, el estudio concluye que el acceso a servicios como la atención residencial, los servicios comunitarios de día y la atención a domicilio “sigue siendo inaccesible para la gran mayoría de quienes los necesitan en todo el mundo”, aunque “los servicios de atención de larga duración son esenciales para garantizar el derecho a un envejecimiento saludable y digno”.

El informe considera que hay “un fuerte argumento de inversión” para crear un paquete transformador de políticas de cuidados, basado en el acceso universal, que crearía una vía innovadora para construir un mundo laboral mejor y más igualitario desde el punto de vista del género.

En este caso, la inversión en la igualdad de género en los permisos, la atención universal y los servicios de cuidados de larga duración podría generar hasta 299 millones de puestos de trabajo hasta 2035.

Cerrar estas brechas políticas requeriría una inversión anual de 5,4 billones de dólares, una cifra equivalente al 4,2% del PIB anual para 2035, parte de la cual “podría compensarse con un aumento de los ingresos fiscales por los ingresos y el empleo adicionales”.

Por todo ello, la directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, Manuela Tomei, comentó la necesidad de “replantear la forma en la que proporcionamos las medidas y los servicios de cuidados para que formen una continuidad de cuidados que proporcione a los niños un buen comienzo, ayude a las mujeres a permanecer en el empleo y evite que las familias o los individuos caigan en la pobreza”.

En la misma línea, el director de la Oficina de la OIT en España, Félix Peinado, atestiguó que el informe tiene “una perspectiva de género muy clara: cuando las políticas fracasan en brindar prestaciones de cuidados, se afianzan las desigualdades de género en el hogar, ya que el 76% de los cuidados no remunerados en el mundo los llevan a cabo las mujeres, que dedican en promedio 3,2 veces más tiempo que los hombres”.

(SERVIMEDIA)
07 Mar 2022
MST/gja