Cultura

‘La tristura’ se estrena en el CDN con ‘Así hablábamos’, una “conversación con el fantasma de Carmen Martín Gaite”

Madrid
SERVIMEDIA

La Sala Grande del Teatro Valle-Inclán de Madrid acogerá entre este miércoles y el 24 de marzo la puesta de largo de la compañía ‘La tristura’ en el Centro Dramático Nacional (CDN) tras más de 20 años de trayectoria con ‘Así hablábamos’, una “conversación con el fantasma de Carmen Martín Gaite” (1925-2000), creada a partir del universo de la escritora salmantina y su constante búsqueda de alguien con quien interlocutar.

El montaje se presentó esta semana en una rueda de prensa en la que participaron el director del CDN, Alfredo Sanzol; Itsaso Arana, Violeta Gil y Celso Giménez, miembros de ‘La tristura’ y encargados de la dramaturgia y la dirección; y los actores Anaïs Doménech, Ede, Teresa Garzón, Gonzalo Herrero, Fernando Jariego, Belén Martí, Eva Mir y Marcos Úbeda.

‘Así hablábamos’ presenta a un grupo de jóvenes que se reencuentra tras un año sin trabajar juntos luego de haber sufrido una pérdida. Éstos disponen de tres días para retomar un disco que dejaron sin terminar. Con esta premisa, los protagonistas se plantean las siguientes preguntas: ¿Qué sucede cuando alguien muere antes de tiempo? ¿Cómo continúa la vida? ¿Y la noche? ¿Cómo continúa la conversación? ¿Qué sentido tiene todo esto ya? ¿Cómo asumir que la vida cambia en un instante?

Alfredo Sanzol explicó que “este proyecto nace con la idea de dialogar con la obra literaria de Carmen Martín Gaite”, siendo una idea que tiene como origen en el querer trabajar con el repertorio de grandes autoras españolas del siglo XX”.

JÓVENES INTÉRPRETES

Agradeció a ‘La tristura’ que asumiera este desafío, que supondrá su estreno con el CDN, y consideró “un lujo” que lo haga con un reparto de intérpretes menores de 30 años, lo que se enmarca en el objetivo del Centro Dramático Nacional de “introducir en el mundo profesional” a jóvenes actores.

Itsaso Arana dijo que ‘La tristura’ “siempre ha trabajado con generaciones más jóvenes, muchas veces con no actores, con artistas de otras disciplinas”. Apuntó que estos trabajos representan “cartas a nosotras mismas en otras edades” y reseñó que “una comprende las cosas una vez las ha vivido”, situando los 30 años como esa “edad muy crítica, en la que dejas de ser tan joven y empiezas a sentir que el mundo te pone en su sitio”.

A su vez, Violeta Gil subrayó que la compañía está trabajando a un ritmo que no se parece al de otras producciones, ya que “nunca habíamos trabajado un encargo en relación a textos de otra autora”. Esto le dio pie a aseverar que “tener 40 años y sentir que estás haciendo cosas por primera vez está muy bien”.

Afirmó que la figura de Carmen Martín Gaite “se está recuperando un poco, pero sigue siendo habitual que alguien de nuestro entorno no la haya leído". A pesar de que la autora salmantina es una figura “muy del siglo XX, con un estilo más alambicado y una poética distinta de la nuestra, su universo y el nuestro tienen mucho en común”.

Manifestó que sus obras tienen la virtud de “apelar a muchas generaciones para dar cuenta de muchos cambios en los últimos tiempos a nivel político” y en lo concerniente a “la forma de amar, de hablar”. “Cuando la lees, te das cuenta de cuántas cosas han cambiado de forma muy rápida, especialmente para la mujer en el amor, la creación, los centros de poder”, apostilló.

Esto le permitió reconocer que ha sido un desafío “entrar en su universo y hacerlo nuestro” y deslizó que “la invocamos mucho, a ver si el miércoles [día del estreno] aparece”.

Explicó que la compañía ha leído prácticamente toda la obra de Carmen Martín Gaite para ahormar el montaje de ‘Así hablábamos’, particularmente los ensayos y artículos periodísticos que escribió, sin dejar de lado títulos como ‘Retahílas’ o ‘El cuarto de atrás’.

Violeta Gil confío en que la obra provoque curiosidad sobre la figura de la autora salmantina, de quien destacó que fue “alguien con una fuerza vital muy grande, con mucha curiosidad, con el deseo de encontrarse con otras personas, de hablar y comprenderse con los demás”.

En la misma línea, Itsaso Arana comentó que la obra no deja de ser otra cosa que una “conversación con el fantasma de Carmen Martín Gaite”, y deseó que el público que acuda a ver ‘Así hablábamos’ se vaya con la sensación de que su voz “nos apela”, de que “puede ser tu amiga”.

CAMBIO DE PERCEPCIÓN

Por su parte, Celso Giménez confesó que ‘La tristura’ valora mucho “estar por primera vez en el CDN, con 41 funciones, con una producción grande”, máxime cuando la compañía cuenta con una “forma de llevar los tiempos y la producción muy particular”, como lo atestigua que empeñe entre dos y tres años es estrenar un montaje.

Precisó que ‘Así hablábamos’ no es una adaptación, es un “a partir de” en cuyo proceso han comprobado que la compañía comparte muchas inquietudes con Carmen Martín Gaite, como “poner al ser humano en el centro, poner el diálogo centro, buscar interlocutor”.

Añadió que la obra se compone de “tres o cuatro paisajes que nacen a partir de situaciones que crea ella”, puntualizando que quien conozca la obra de la escritora salmantina captará los guiños a ésta y garantizando que quien no esté familiarizado con ella no tendrá ningún problema para comprenderla.

Celso Giménez mostró su confianza en que ‘Así hablábamos’ despierte la curiosidad del público en la figura y la obra de Carmen Martín Gaite y a partir de ésta comentó que “la humanización de quien piensa distinto es clave en estos tiempos”, un valor que va a contracorriente de la “realidad política actual”, en la que se lleva a gala “deshumanizar mucho” a Pablo Iglesias, Irene Montero o la población de Gaza, por poner los “ejemplos más claros”.

Por último, Fernando Jariego subrayó el papel que el interlocutor juega en la obra de Carmen Martín Gaite, un personaje muy importante para su generación; mientras que Teresa Garzón hiló esta figura con “la necesidad de “tener a alguien delante para contarle inquietudes, conflictos, miedos”.

(SERVIMEDIA)
07 Feb 2024
MST/clc/gja