Educación

Ucrania mejora en alfabetización pese a que la guerra ha destruido una de cada cuatro escuelas

- El 88% de los países que viven una crisis humanitaria tiene graves problemas en su sistema educativo, según un informe de Educo

MADRID
SERVIMEDIA

Ucrania es una “excepción” en los países en guerra donde esa situación no ha dinamitado el derecho a la educación. Tras dos años de conflicto que ha provocado daños o la destrucción del 26% de las 3.978 escuelas del país, “sorprendentemente” no se ha producido un retroceso en la educación del país.

Indicadores como la alfabetización o la finalización de la primera etapa de Secundaria han mejorado respecto a otros años. “El caso de Ucrania es una rareza. Esta mejora ha sido posible porque el gobierno del país ha seguido invirtiendo en la educación, a pesar de la guerra, pero también por el impulso que le ha dado la financiación internacional, 109 millones de dólares, cubriendo el 71% de los fondos demandados”, explicó Paula San Pedro de Urquiza, autora del informe ‘La educación en emergencias: una tabla de salvación’, presentado recientemente por Educo.

“Cuando has tenido que huir de tu ciudad por una guerra, cuando lo has perdido todo por culpa de un terremoto o vives en un campo de refugiados, ir a la escuela y aprender es tu tabla de salvación. Allí niños y niñas no solo se forman, sino que se relacionan y juegan en un espacio protegido, en el que se les cuida y se evita que sean víctimas de más violencia”, explicó la autora, también coordinadora de Incidencia de Educo.

“En una emergencia, la educación es uno de los primeros derechos que se pierde y de los últimos que se recupera. Por todo ello, es imprescindible que la educación en emergencias esté suficientemente financiada, sobre todo si queremos que nadie se quede atrás, viva donde viva”, aseguró.

Según el estudio, lo habitual es que en los países en los que se está viviendo una crisis humanitaria los niveles educativos se resientan. El 88% de estos tiene problemas realmente graves para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, el que recoge que en 2030 estos países deberían tener una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Ocurre, por ejemplo, en Siria, que en marzo llevará trece años en guerra; de Yemen, que entrará en su noveno año de conflicto; de Afganistán, bajo el régimen talibán; los países del Sahel - como Malí, Burkina Faso y Níger - donde ha empeorado la situación en los últimos tiempos; o Gaza, donde a día de hoy 625.000 alumnos y alumnas no tienen acceso al sistema educativo.

APUESTA POR LA EDUCACIÓN

“El caso de Ucrania nos muestra que es posible mantener e incluso mejorar la educación de un país, aunque este se encuentre inmerso en una emergencia. Pero para ello tiene que haber una apuesta económica decidida, organizada y clara por parte de la comunidad internacional”, urgió la autora del informe. En la última década las demandas educativas de los países que sufren emergencias se han multiplicado por siete, mientras que los fondos lo han hecho por cuatro. Es decir, en diez años se ha pasado de necesitar 517 millones de dólares a 3.785. Y aunque es cierto que los países y las organizaciones han aumentado la cantidad de dinero donada al sector educativo, esta ha sido claramente insuficiente. Se ha pasado de 190 millones de dólares a 805 millones en esos mismos diez años.

Las cifras que recoge el informe evidencian que la educación en emergencias es un sector infrafinanciado. Con menos de un 4% del total de los fondos humanitarios en 2023, ocupa el décimo lugar en las crisis, muy por detrás de la alimentación, el refugio, la higiene o el agua. Esto hace que en 8 de cada 10 crisis se reciba menos de la mitad de los recursos que se necesitan para dar respuesta a las necesidades educativas. Tanto Educo como el resto de los miembros de la Campaña Mundial por la Educación reclaman que financiación de la educación en emergencias sea el 10% del total de la ayuda humanitaria.

Los principales contribuyentes en educación en emergencias a nivel mundial son la Unión Europea, Estados Unidos, Alemania, Japón y Noruega, que suman tres cuartas partes del total de la financiación. España aporta actualmente el 1% del total de las donaciones y se sitúa a la cola junto a Finlandia y Dinamarca.

(SERVIMEDIA)
25 Feb 2024
AHP/clc