La propuesta va destinada a productos, como la música, los vídeos o los programas de ordenador de empresas con sedes fuera de la UE, que irían cargados con un impuesto añadido en los productosdirigidos a clientes comunitarios.

Sin embargo, el gravamen no sería igual en todos los países, ya que mientras en Suecia el IVA ascendería al 25%, en Dinamarca y en Madeira (Portugal), por ejemplo, sería de un 12%.

Este sistema busca que las empresas con clientes no residentes en la UE no se les penalice, ya que actualmente muchos de sus productos se ven cargados por partida doble: en Europa y en el país de destino. Con la propuesta del comisario Bolkestein, sólo se aplicaría el IVA en el destin.