En este contexto, UGT reiteró su “firme solidaridad” con el movimiento sindical ecuatoriano y la defensa de los derechos humanos y laborales en todo el mundo. “Desde su llegada al poder, el Ejecutivo de Noboa ha impulsado una política de represión del conflicto social, recurriendo al estado de excepción, la militarización de las calles y la criminalización de la protesta”, denunció.

En opinión de este sindicato, esta estrategia, lejos de resolver los problemas de fondo que atraviesa el país, ha servido para “justificar la vulneración sistemática de derechos fundamentales”, entre ellos los derechos laborales y sindicales.

Ecuador ha sido clasificado en el Índice Global de los Derechos de 2024 de la Confederación Sindical Internacional (CSI) como uno de los diez peores países del mundo para la clase trabajadora, lo que, para UGT, refleja una “ausencia grave de garantías en materia de libertad sindical, derecho de huelga y negociación colectiva”.

El informe señala con especial preocupación las detenciones arbitrarias, la represión de protestas y la violencia ejercida contra sindicalistas, hechos “incompatibles con cualquier sistema democrático que aspire a proteger a su clase trabajadora”.

En este contexto, UGT destacó que existen acusaciones por parte de la oposición, liderada por Luisa González, así como por parte de diversas organizaciones de fraude electoral. Estas acusaciones se producen en un contexto en el que las encuestas situaban a ambos candidatos en “empate técnico” desde la celebración de la primera vuelta de las elecciones presidenciales el pasado mes de febrero.