Así lo manifestaron ambas organizaciones tras la publicación hoy del dato definitivo de inflación del mes de octubre, que se situó en el 3,5% y en el 5,2% en el caso de la tasa subyacente (sin energía y alimentos no elaborados).

La secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, aseguró que aunque los porcentajes de subida de precios se han “moderado”, siguen “siendo muy altos”, especialmente en el caso de los alimentos. Por ello, defendió que “es necesario intervenir en los márgenes excesivos en la cadena alimentaria”, sobre todo en las empresas mayoristas.

En su opinión, se debe garantizar un precio “accesible” en los alimentos y productos básicos para que la mejora en los salarios que se está produciendo en el marco de la negociación colectiva llegue a los trabajadores. Además, exigió que los salarios acentúen su crecimiento, puesto que las empresas están registrando beneficios un 53% por encima de los niveles prepandemia.

Por su parte, UGT denunció que “el abaratamiento de las materias primas no se ha traducido en un recorte de los precios finales, por lo que una parte del tejido empresarial sigue manteniendo unos beneficios desorbitados”.

Así, según los últimos datos publicados por el Observatorio de Márgenes, durante los 3 primeros trimestres del año los beneficios alcanzan –a nivel agregado- un valor del 13,2%, esto es, 1,2 puntos más respecto al año pasado y 2,1 puntos por encima del nivel en etapa prepandemia (2019).

Por tanto, para el sindicato es “fundamental limitar los márgenes empresariales, establecer pecios máximos para bienes y servicios esenciales e incentivar la competencia en algunos sectores para seguir disminuyendo la inflación y garantizar unos precios asequibles a la ciudadanía”.

Además, el sindicato indicó que “la incertidumbre internacional, agravada por el conflicto bélico en Oriente Medio, exige ser cauteloso con la retirada de las medidas anticrisis, especialmente aquellas destinadas a rebajar la factura energética a consumidores vulnerables. De esta forma, UGT recuerda que la pobreza energética afecta a un 17% de la población, por lo que, con la llegada del invierno, se debe asegurar que el acceso energético no sea no sea un coste inasumible para las familias más humildes.

A su juicio, también es “imprescindible” implementar medidas que ayuden a combatir el encarecimiento de las cuotas hipotecarias, que afectan a más de cuatro millones de hogares. El Euríbor, el índice de referencia de las hipotecas variables, alcanzó en octubre el 4,2%, 1,5 puntos más que hace un año, lo cual ha permitido, según UGT, que los 5 grandes bancos “acumulen beneficios récords en lo que llevamos del año y rentabilidades de las más altas del entorno europeo, a costa del bienestar de sus clientes”. Por ello, se deben establecer topes al incremento desproporcionado de las hipotecas variables y facilitar su conversión a hipotecas de tipo fijo.

En consecuencia, UGT reclamó que la nueva legislatura “eche a andar y que el nuevo gobierno de progreso que se forme tras la próxima investidura adopte de manera prioritaria, a partir del diálogo social, medidas que refuercen el actual escudo social, adaptándolo a las nuevas circunstancias y mejorando su eficiencia”.

Esta idea también fue defendida por CCOO, que exigió una “potente agenda social” y que se ponga el foco en las cuestiones que “preocupan” a la ciudadanía en situación más vulnerable, como es el salario mínimo o la vivienda, entre otros aspectos.